lunes, 25 de julio de 2022

Un amigo enriquecedor. José Carricondo Oña

 

IN MEMORIAM

José Carricondo Oña

UN AMIGO ENRIQUECEDOR

Ideal de Almería 24.07.2022


José Carricondo Oña, nacido en Pulpi en 1951 en el seno de una familia donde hay abundancia de miembros de la Benemérita.

En el año 1970 ingresó en la Guardia Civil, en donde alcanzó el empleo de Comandante. Prestó sus servicio en diferentes comandancias: Alicante, Almería, Navarra, Melilla, Lérida, Barcelona y Badajoz. Precisamente durante su estancia en Alicante, conoció a Agustina, con quien contrajo matrimonio en el año 1973. De ese matrimonio nacieron dos hijos; Paqui y José David. Al pasar a la situación de reserva, regresó a su tierra, y eligió Cabo de Gata para fijar su residencia,. Es probablemente esta etapa la más fructífera desde el punto de vista personal.

Entrar en su casa suponía la agradable sorpresa de verse rodeado de macetas (llegó a acumular más de doscientas). En ese espacio de convivencia llegó a desarrollar un proyecto ligado a la naturaleza, sembrando diferentes variedades arbóreas, investigando y promoviendo la agricultura ecológica. A este respecto organizó una verdadera granja en la que cultivaba diferentes especies depredadoras para controlar las plagas. Era muy enriquecedor dialogar con él sobre sus proyectos, entre los que se incluía la cría de lombrices para la mejora del suelo. Cuidaba cada planta y cada bichito con cariño casi paternal. Presumía de la localización en su huerto de un ejemplar de camaleón, al que nombraba con frecuencia. Por otra parte, Pepe Carri -así era conocido por sus allegados- tenía gran habilidad en los trabajos manuales. Llegó a establecer un tallercito, en donde hay que destacar la perfecta colocación de materiales y herramientas.

En el mes de Mayo se le diagnosticó un cáncer digestivo. Llamó la atención la entereza con la que acogió el diagnóstico, con una actitud de lucha y de superación, como había hecho en tantos otros episodios de su vida. Sorprendió como se refería a su primera quimioterapia -la única que se le ha podido administrar-, con toda naturalidad. Por desgracia, el 18 de Julio terminó su trayectoria vital en este mundo, en la clínica Virgen del Mar, en donde había ingresado la noche anterior.

José Carricondo ha sido un hombre bueno. De elogiable afabilidad y predisposición, se ofrecía a quien tenia cerca de una forma natural y sencilla. Era tan servicial que se adelantaba a cualquier necesidad que se pudiera tener, ofreciendo siempre su casa, los materiales y la mano de obra. Con toda generosidad.

Que allá donde esté, nuestro inolvidable Pepe disfrute de cuanto ha acumulado en su presencia entre nosotros.