jueves, 26 de noviembre de 2020

UN EXTREMEÑO

…los extremeños estuvieron presentes desde el comienzo en todas las empresas de colonización, sin que tardase mucho tiempo en notarse un trasiego de comerciantes, sirviendo como modelos del triunfador, que regresaba sin contar con aquella mayoría que se fueron y de los que nunca más se supo.

 

L

a idea de tierras descubiertas en la otra parte del océano por Cristóbal Colón, llegaron pronto a Extremadura. Rumores y charlas sobre la existencia de un nuevo mundo conquistado en gran medida por un paisano, como fue Hernán cortés, conquistador de tierras difíciles de imaginar para una población eminentemente campesina y ganadera con el escaso caudal de manejo  de dinero que dichos trabajos conllevan.

Solo se hablaba del Nuevo Mundo, desde la leyenda del Dorado hasta Jauja, en resumen, aquello que el hombre siempre ha deseado y deseará, esto es, riqueza, fantasía, paraíso y, en definitiva, la inmortalidad y el poder.

Pero no se puede catalogar al pueblo extremeño de cicatero, también veían en el Nuevo Mundo la posibilidad de crear una sociedad mas tolerante, menos opresora que la que los amos de las tierras ejercían sobre los jornaleros, Eso sin dejar de lado el mito de las amazonas, harenes, mujeres medio desnudas dispuestas a satisfacer a aquellos hombres solitarios al haber dejado la mayoría a las mujeres en España.

Fueron importantes también aquellos que marchaban para dar sentido a la cristiandad, Jerónimo de Mendieta, por ejemplo, lejos de lo que buscaban otros, como Ponce de León, la fuente de la eterna juventud, por no hablar de aquellos que soñaron con encontrar viejos mitos.

Lo que sí es cierto es que los extremeños estuvieron presentes desde el comienzo en todas las empresas de colonización, sin que tardase mucho tiempo en notarse un trasiego de comerciantes, sirviendo como modelos del triunfador, que regresaba sin contar con aquella mayoría que se fueron y de los que nunca más se supo.

No solo retornaron los comerciantes, otros extremeños consiguieron dinero y volvieron para establecerse acompañados no de esclavos, sino de sirvientes. No  era tarea fácil embarcar, además de los permisos correspondiente, estaba el dinero que costaba cada travesía.

Y así eran, y todo esto viene a colación para hacer ver la importancia de los extremeños en descubrimientos, batallas, como lo fue de aquel personaje, un extremeño nacido en Montemolín, un pueblo de la provincia de Badajoz y viene esto a cuento porque Martín Álvarez Galán fue un soldado ejemplar para todos, herencia tal vez de su abuelo por parte materna, un soldado que fue ascendido al perder un brazo en la batalla de Badajoz, aunque no hemos de dejar al lado la valentía del padre, carretero, cruzaba los campos en medio de bandidos y saqueadores, que era lo que mas abundaba en los caminos en estos tiempos, atacando a todo el que pasaba por aquellos lares.

Como sucedió aquel día en el que Martín, acompañado de su padre fue asaltado por unos bandoleros, sorprendiendo a estos de la valentía del joven y felicitando a su padre por tal motivo, recomendándole que lo mandara a la milicia. No lo hizo, siguió el trabajo de su progenitor cuando éste murió hasta que a la vuelta de uno de sus viajes se encontró con que su novia fue obligada a casarse con un pretendiente de dinero y también que estaba solo puesto que su madre había fallecido.

Dejó todo marchándose a Sevilla para alistarse en un regimiento de caballerías, sin embargo, tuvo la fortuna de encontrarse con marinos que estaban captando hombres para la Armada, uno de ellos el granadero García, le convención para que pasara a ser soldado de Infantería de Marina, tomo posesión el cinco de Abril de 1790 y de Sevilla fue enviado a Cádiz para el periodo de instrucción hasta que finalizado éste, en Septiembre de 1792 embarca como soldado en el navío Gallardo con base en Cartagena.

En esta época, España estaba aliada con los ingleses en guerra contra Robespierre, en plena Revolución Francesa y muerte de Luis XVI. A bordo de su buque fue enviado a la Isla de San Pedro para desalojar a los franceses de la misma y volver triunfantes a Cartagena. Embarca en 1794 en el San Carlos y en 1796 en el Santa Ana, un barco con cien cañones, aunque poco tiempo después fue enviado al San Nicolás de Bari, un barco mas pequeño que fue tomado por los ingleses. En la batalla, Martín, aguanta firme con la bandera en una mano y el sable en la otra. Se defiende hasta que es abatido a tiros.

Era costumbre en la mar, arrojar a los muertos al agua con una bala atada a los pies. Sin embargo, Nelson que había observado la batalla y por esto, el valor de este extremeño defendiendo su bandera, ordena que al soldado Martín Álvarez se le envuelva en la bandera que había defendido, cuando lo iban a arrojar al agua observan que aún vive, curándolo y desembarcándolo en Lagos, en el Algarve Portugués de donde consiguió huir para hacer saber a los jefes, que el San Nicolás de Bari no se rindió como era creencia, sino que fue defendido y tomada a sangre y fuego.

Fue ascendido por el Rey por el valor demostrado en la defensa de la bandera que defendía.


Reportaje publicado por el Alférez de Navío Don Francisco Bautista Gutiérrez en la Revista Tierra, Mar y Aire.
Facilitado por Juan Carricondo Asensio, Presidente Vitalicio y Socio fundador de la Asociación de Retirados de la Guardia Civil de Tráfico.

2 comentarios:

  1. Hay que reconocer que Extremadura es una " tierra de conquistadores", aparte de toda la belleza natural y el encanto que tiene , que merece perderse por allí y poder comprobarlo personalmente .
    Un saludo a todos los amigos extremeños a los que mando un abrazo

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  2. Pedro de Miguel Astorga28 de noviembre de 2020, 12:42

    Muchas gracias Juan por recordarnos estas gestas de ilustres españoles y muchas gracias Luciano por tus publicaciones y excelentes reportajes fotográficos que gustosamente veo y conservo en mis archivos del Cuerpo y a todos los que con vuestro trabajo hacéis posible que nos lleguen al resto de socios.
    Un fuerte abrazo.
    Pedro de Miguel Astorga

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