lunes, 26 de febrero de 2024

Artículo publicado en "La Provincia" Diario de Las Palmas y cedido por nuestro buen amigo y compañero Pedro de Miguel Astorga


Vicente Reig Basset

  Coronel Guardia Civil (retirado)

Cuando decir "no"
Supone mantener nuestro honor

Una de las primeras anécdotas que relataba el Duque de Ahumada en sus memorias, hace referencia a la disciplina en el servicio y en el cumplimiento exacto de las órdenes recibidas por parte de la Guardia Civil, pero también dejaba clara la lealtad del mando hacia sus subordinados en la defensa del servicio, anteponiendo su «honor» a la voluntad política.

«Se encomendó al recién creado Cuerpo de la Guardia Civil, la vigilancia del Teatro Real de Madrid y el mantenimiento del orden público, al cual iba a acudir la Reina Isabel II para su inauguración, con la orden tajante de que por determinadas calles, no podría pasar ningún tipo de carruaje. A una de ellas se acercó uno de estos carruajes a toda velocidad y un cabo de servicio le dio el alto haciéndole saber que por allí no se podía circular, a lo que el cochero le respondió que ese coche sí podía pasar pues el propio general Narváez, presidente del Gobierno, viajaba en él, contestando el cabo que las órdenes eran claras y que si insistía en pasar por allí, sería atropellando el honor del Cuerpo, al cual se le habían dado unas órdenes concretas. Al final el carruaje dio la vuelta y no pasó entrando por donde lo estaban haciendo los demás invitados. El presidente posteriormente hizo llamar al Duque de Ahumada comentándole lo sucedido y ordenando castigar de forma severa al Cabo.

 El Duque de Ahumada se informaría de lo acontecido en el servicio y presentándose ante el presidente del Gobierno, le indicó no ver necesidad de castigar al cabo pero aun así el Presidente Narváez ordenó que se castigara al cabo con algo menos severo, como trasladarlo fuera de Madrid. Al día siguiente, en el despacho presidencial, el Duque de Ahumada daba al mismo dos escritos, el primero era su propia dimisión y el segundo era el traslado del cabo, firmado por el jefe accidental encargado del mando de la Guardia Civil, tras su dimisión.

De referir que Narváez no aceptó la dimisión de Ahumada y por supuesto el cabo no fue trasladado, ya que nuestro fundador argumentó que «no se había creado la Guardia Civil, destinada a altos fines, para que su prestigio y su honor fuesen pisoteados a la primera ocasión que se presentase.»

Se demuestra en esta anécdota, que conocemos todos los guardias civiles, que este espíritu y valores de nuestro fundador llevan ya tiempo perdidos por no saber decir «NO» a órdenes políticas, a la sazón sobre temas operativos de servicio y que nos llevan a tener consecuencias desagradables como la ocurrida en Barbate. Se tiene demasiado miedo, por muchos mandos, a lo que supondrá dar una negativa, con la necesaria clara explicación, al político de turno, sea del color que sea y tenga el cargo que tenga. Más que miedo, a esta persona y cargo, se tiene al que por arriba y vistiendo de verde, atiende al político que se va a quejar de esa negativa y no atiende a las explicaciones, bien expresadas y por informe escrito, pues su lealtad al subordinado ya hace mucho que se olvidó por el camino, por acciones de servicio defendibles ante el político de turno.

Se debe atender siempre, y cuanto más arriba se esté con mayor motivo, ya que más gente tenemos a nuestro cargo, y las decisiones se deben de tomar atendiendo a toda la información de la que se dispone en cada momento y si ese momento no es el idóneo para atender órdenes, que no son realizables, se debe tener la suficiente valentía y honor para negarse a realizarlas, máxime cuando los responsables de las acciones de servicio operativo son los mandos y no los políticos que rápidamente se esconden cuando algo sale mal, o es que alguien ha visto alguna vez a un político salir a pedir perdón y dar la cara porque la orden la diera él, nunca, verdad, pues eso, más  decir que «NO», pues ello no supone perder el honor, al contrario, lo fortalece.

Esta primera anécdota relatada por el Duque de Ahumada, y que demuestra el verdadero espíritu del Cuerpo y los valores que nos imprimió nuestro fundador, debemos recuperarlos y no pisotearlos, siendo los mandos de mayor rango los que los demuestren a todos y ante todos sus subordinados, dando ejemplo de la que siempre ha sido nuestra principal divisa, el honor, que debe ser la guía para desempeñar nuestros deberes y obligaciones.

¿Por qué tanta deshonra y deslealtad al Cuerpo y a sus hombres, cuando ya se ha llegado a la cúspide de esta Institución y se debería ir con la cabeza bien alta y saber plantarse con un NO ante tanta pérdida de valores de muchas órdenes políticas? ¿Dónde arrumban tantos mandos los valores que un día se les inculcaron y a qué altura del camino los dejaron?

Y es que esta anécdota del Duque de Ahumada, en los inicios de la Guardia Civil, he querido traerla aquí pues supongo que la obligación del Director General, político hoy en día, y también la del Adjunto Operativo, como primer cargo Guardia Civil, debería ser defender los intereses de los guardias civiles y al menos, en este caso que, como el Duque de Ahumada, antepusieran los intereses de sus subordinados a los propios y que ambos, por escrito, presentaran, si hay honor, su dimisión.  

5 comentarios:

  1. Es un historial de editorial para un gran libro 📖. Mis felicitaciones al Sr. Rivero,

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  2. Según la historia real de éste caso falta añadir lo siguiente : Cuando el primer ministro dijo " adelante cochero esta orden no cuenta conmigo", el cabo puso el fusil en el suelo delante de los caballos y dijo " si vuestra excelencia pasa por aquí, será atropellando estar armas , encargadas de cumplir una consigna" y Narváez dio media vuelta y se marchó.
    Cuando el Director General , llevó el escrito con su dimisión y el traslado del cabo, el primer ministro NO LO ACEPTÓ (reconoció que estaba equivocado) y además le regaló dos cigarros puros ( UNO PARA EL CABO y otro PARA EL DUQUE DE AHUMADA.
    Si hoy día ocurriera un caso parecido CREO sin temor a equivocarme que EL CABO HABRÍA SIDO EXPULSADO AUTOMATICAMENTE y el Director General habría ido A PEDIRLE DISCULPAS AL PRIMER MINISTRO.
    El primer ministro habría tenido en cuenta el " comportamiento ejemplar del D .General", y LA PROXIMA MEDALLA SERIA PARA ÉL.

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    1. Un buen reportaje y en el momento oportuno. Gracias Luciano.
      Un abrazo. Rafael Sáez Corral

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  3. No puedo estar mas de acuerdo con lo que expresas compañero, tal y como lo cuentas hubiera sucedido, se ha perdido el honor y la decencia y solo importa lo personal, es muy triste a donde hemos llegado.
    Fuerte abrazo para todos y muchas gracias por la publicación Luciano.

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  4. pedro de miguel astorga1 de marzo de 2024, 13:24

    Amigo Luciano esta vez me ha permitido publicar el comentario pero observo que como anónimo.
    Fuerte abrazo.

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