miércoles, 24 de julio de 2024

 «Si volviera a nacer, volvería a ser motorista de la Agrupación de Tráfico. Eso se lleva dentro»


JOSÉ MANUEL PAN REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Y cedido por nuestro buen amigo y compñaero Juan Carricondo Asensio, Presidente  vitalicio y socio fundador de la Asociación de Retirados de la Guardia Civil de Tráfico.


A la izquierda, un agente con el uniforme de motorista de los años ochenta. A la derecha, otro guardia civil con el vestuario actual de Tráfico. Posan junto a un mítico Renault 10, uno de los coches patrulla más antiguos.

La Guardia Civil de Tráfico celebra el 65 aniversario de su creación y homenajea a los motoristas jubilados en un acto en el pazo de Mariñán


«Agradezco mucho que os acordéis de los que estuvimos trabajando en aquellos años, porque la verdad es que las pasamos muy duras». José Formigo Rodríguez, cabo honorífico de la Guardia Civil, de 81 años, prestó servicio en el Sector de Galicia entre 1964 y 1987. Es uno de los veteranos que este lunes se dieron cita en el pazo de Mariñán para celebrar el 65 aniversario de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, creada en agosto de 1959 en Madrid y que se fue desplegando por toda España hasta tener los 15 sectores que hoy forman esta unidad. Pero no siempre fue así, pues el Sector de Tráfico de Galicia se creó en 1960, con cabecera en A Coruña y abarcando también Asturias y León, como explicó el teniente coronel Antonio Hidalgo, actual jefe de la Guardia Civil de Tráfico de Galicia.

Pese a las dificultades de aquellos años, a la falta de medios y de vehículos, y a la dureza del trabajo, Formigos mostraba su orgullo por haber pertenecido a la Agrupación de Tráfico. Lo ejemplificó así: «Si vuelvo a nacer, volvería a ser motorista de la Guardia Civil de Tráfico. Eso nunca se olvida, se lleva dentro». Ese orgullo lo declararon también muchos de sus compañeros, también jubilados o en situación de reserva.

Se trataba de recordar. Como hizo José Luis Ulla, teniente general retirado y que fue uno delos mandos que tuvo la Agrupación de Tráfico en Galicia, donde fue teniente coronel del sector. Se refirió a aquellos guardias civiles que patrullaban las carreteras siempre en moto y que soportaban el frío, el calor, la lluvia o la nieve. El coche, si lo había, era para la noche. Ulla reconoce que fueron «unos agentes que trabajaron en unas condiciones de mucho sacrificio, con medios escasos y en condiciones meteorológicas muy adversas. Se subían a sus motos y salían a prestar servicio las horas que se les ordenasen. Con ellos empieza un poco el prestigio de la Agrupación».



Aquellos tiempos duros se prolongaron durante muchos años. «Heredamos motos viejísimas, que teníamos que pintar nosotros mismos», recordaba uno de los agentes ya retirados. Entonces existían los equipos de auxilio, que viajaban en todoterrenos y que arreglaban las numerosas averías de los coches de la época. Para ello llevaban piezas de recambio, pero no solo hacían eso, ya que también atendían a víctimas de accidentes, llegando a usar el vehículo como ambulancia en no pocas ocasiones.




Era la época de las motos Sanglas, de los Seat Ritmo, de los Talbot Horizon... «El coche solo se usaba para las noches. Incluso por las mañanas se salía con manoplas en la moto esperando a que saliese un poco de sol», explica José Ramón López Iglesias, agente en la reserva que ayer lució el uniforme del motorista que usaba hace 39 años: pantalón y camisa verdes, abrigo de cuero y botas altas. En su destino de Baralla tenía a su cargo la vigilancia de la N-6: «Teníamos que estar de forma permanente y siempre en perfecto estado de revista. Se inculcaba mucho la presencia en la carretera».

«Estoy convencido de que hay menos muertos en la carretera por vuestra dedicación», dijo el cabo primero Francisco José Lama, que, con 18 años, fue el motorista más joven de la agrupación.

En eso incidió el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, que presidió el acto de ayer y felicitó a los guardias civiles de Tráfico por su labor diaria «salvando vidas nas estradas e camiños da nosa terra».

martes, 23 de julio de 2024

La reorganización de la Guardia Civil

Publicado por Europa Sur y cedido por nuestro buen amigo y compañero Carlos Benítez Pimienta

Jesús Núñez Calvo

Coronel de la Guardia Civil (R) y Doctor en Historia

22 de julio 2024 

La reorganización de la Guardia Civil (XVII)

 LA GUARDIA CIVIL EN SAN ROQUE (CCXXXIII)

Nuestro Campo de Gibraltar, que tuvo en su histórico haber diferentes composiciones y extensiones, es uno de esos lugares sobre los que tanto queda por aprender y saber

SAN ROQUE/Por una u otra razón no siempre se cuenta la historia de las cosas como realmente fueron. Y nuestro Campo de Gibraltar, que tuvo en su histórico haber diferentes composiciones y extensiones, es uno de esos lugares sobre los que tanto queda por aprender y saber.

Tal y como se viene exponiendo, ahora nos situamos dos décadas antes de que entrase en vigor el Decreto 3.223/1965, de 28 de octubre, que configuró la Comarca del Campo de Gibraltar con los términos municipales de AlgecirasSan RoqueLa Línea de la ConcepciónLos BarriosCastellar de la FronteraJimena de la Frontera y Tarifa. Muy posteriormente, como ya se dijo, por Decreto 181/2018, de 2 de octubre, se aprobó la creación del municipio de San Martín del Tesorillo, por segregación de Jimena.

En los dos capítulos anteriores se ha expuesto resumidamente la configuración de las diez compañías territoriales mandadas por capitanes y las diecinueve secciones mandadas por tenientes, tanto en la provincia de Cádiz como en la de Málaga. Por supuesto hubo algunas secciones mandadas por suboficiales, concretamente entonces con el empleo de brigada, y por supuesto un número muy superior de puestos de la Guardia Civil.

No hay que olvidar que las unidades del antiguo Cuerpo de Carabineros habían pasado a integrarse en el de la Guardia Civil y que como consecuencia de la evolución de la Segunda Guerra Mundial, concretamente a partir del 1 de marzo de 1944, la hasta entonces 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras), antigua 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras), se había visto ampliada y fortalecida con unidades territoriales que hasta entonces había estado encuadradas en la 216ª Comandancia Rural de la Guardia Civil (Cádiz), en la 234ª Comandancia de Costas (Cádiz) que era la heredera de la antigua 11ª Comandancia de Carabineros (Cádiz), así como en la 116ª Comandancia Rural (Málaga) y en la 333ª Comandancia de Costas (Málaga), heredera de la antigua 9ª Comandancia de Carabineros (Málaga). Todo ello había dado lugar a la nueva 337ª Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras).

Como jefe de dicha unidad fue nombrado el teniente coronel Manuel Sanmartín Rives, titular hasta entonces de la mentada 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras), siendo sus dos comandantes, conforme la “Escaleta de Generales, Jefes y Oficiales en 1º de mayo de 1944”, Ignacio Molina Pérez y Juan del Río Fernández. De éstos, el primero procedía del Cuerpo de Carabineros y el segundo del de la Guardia Civil.

Hay que significar que de Molina, del cual se han reproducido sus fotografías en capítulos anteriores, se podría escribir un libro muy interesante, en especial para la historia del Campo de Gibraltar en las décadas de los años 30 y 40 del siglo XX, y no sólo de los dos Cuerpos beneméritos a los que perteneció. También sería interesante tratar la ayuda que prestó a algunas familias judías de otros países de la Europa continental para que pudieran entrar en la colonia británica de Gibraltar.

El comandante Molina había nacido el 31 de julio de 1897 en la cercana población malagueña de Casares. Cursó sus estudios militares en la Academia de Infantería ubicada en el alcazar de Toledo, perteneciendo a la promoción que ingresó el 27 de abril de 1916. Obtuvo el empleo de alférez con antigüedad del 27 de junio de 1919 y tras finalizar sus estudios castrenses fue destinado al Regimiento de Infantería Extremadura núm. 15, donde permaneció hasta fin de mayo de 1922. El día 17 de dicho mes contrajo matrimonio canónico en Algeciras con la joven Ramona López Riquelme, natural de dicha ciudad.

Tras prestar activo servicio en las Campañas de Marruecos y estando destinado en el Batallón de Cazadores de Figueras núm. 6, fue destinado por real orden de 5 de junio de 1923 al Instituto de Carabineros. Causó alta en la revista del mes siguiente en la Comandancia de Málaga, si bien, a partir de octubre de ese mismo año, salvo el breve periodo acaecido entre abril y noviembre de 1934, que prestó servicio en la Comandancia de Huesca, estuvo destinado en la Comandancia de Algeciras en diferentes empleos y destinos.

Como su biografía militar sería larga de relatar y su historia merecería un libro, decir tan sólo que comenzó el año 1944 como segundo jefe de la todavía 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras). Pero es que además, y ello era inusual, era el jefe del “Destacamento Algeciras-Málaga” de la 2ª Sección Bis del Estado Mayor Central del Ejército y jefe de la Secretaría de Información del Gobierno Militar del Campo de Gibraltar. Es decir, era el responsable en la Comarca de lo que hoy día llamaríamos inteligencia militar.

Como hecho curioso, y no suficientemente aclarado, a pesar de que llevaba tiempo desempeñando esos tres cometidos, hay que decir que fue destinado el 28 de febrero de dicho año, por orden del general de división Carlos Asensio Cabanillas, ministro del Ejército, “en concepto de forzoso a la Plana Mayor del 21 Tercio de Fronteras (Cáceres)”. Se ignoran las razones reales de dicha disposición, dados los cometidos tan singulares que dicho comandante venía desempeñando así como su profundo conocimiento del Campo de Gibraltar. Conocía muy bien, y tenía buenos contactos desde su etapa en el Cuerpo de Carabineros, en la colonia británica asentada en el Peñón, máxime cuando se estaba librando la Segunda Guerra Mundial y se iba a potenciar el despliegue defensivo militar español. No parecía lógico dicho cambio de destino, salvo razones desconocidas.

El caso es que en dicha orden ministerial, “como consecuencia de la reorganización dada al Cuerpo de la Guardia Civil”, que supuso a partir del 1 de marzo de 1944, entre otras cosas, el acoplamiento definitivo de las antiguas comandancias de Carabineros, a excepción de la de Algeciras, fueron destinados numerosos jefes y oficiales procedentes de ambos Institutos. Entre ellos, además del también mentado comandante del Río, que fue destinado con carácter forzoso a la comandancia campogibraltareña, se encontraba en idéntica situación el ya citado comandante Molina, pero a Extremadura.

Esto no parecía en principio lógico, pero no por su destino en la Comandancia de Algeciras, donde era el oficial que más tiempo llevaba destinado en tres empleos diferentes, sino por la responsabilidad que ostentaba al frente de la inteligencia militar del Ejército en el Campo de Gibraltar. Se estaba en plena Segunda Guerra Mundial y la situación internacional no era precisamente buena para España.

La sorprendente decisión, tal vez no para la Dirección General de la Guardia Civil, pero sí para el subsecretario, en comisión, del Ministerio del Ejército, y gobernador militar del Campo de Gibraltar, general de división Fernando Barrón Ortiz, fue modificada el 3 de marzo siguiente. El ministro firmó otra orden, publicada al día siguiente en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército, relativa al comandante Molina: “se rectifica en el sentido de que su destino es a la 337ª Comandancia mixta, en comisión, forzoso”. Se había reorganizado la Comandancia de Algeciras y Molina continuaría desempeñando los antiguos cometidos encomendados.


jueves, 18 de julio de 2024

El Economato de la Guardia Civil

Cedido por Juan Carricondo Asensio, Presidente Vitalicio y Socio fundador de la Asociación de Retirados de la G.C. de Tráfico.

¿QUIEN VIVE?

Los de nuestra quinta recordarán un viejo chiste que cuenta como una pareja de la Guardia Civil, de correrías, estando en lo alto de un puente sobre un río, detectan a una familia de gitanos que viven debajo, por el humo que desprende la candela que éstos habían encendido para calentar a los churumbeles. El Jefe de la Pareja, Guardia Segundo, Morales, se acerca ceremonioso al pretil, se inclina mirando al fondo, no sin antes sujetarse el tricornio para que no salga volando, y carraspeando la garganta, exclama: ¿Quién vive?. Y el gitano patriarca, asoma un poco la gaita por el ojo entre muros del puente y dice parsimonioso: “Ustés que tenis economato”.

Y era verdad, en aquellos años, no solo la Guardia Civil, sino los militares y otros colectivos profesionales relacionados con el Estado, tenían economato, que no era otra cosa que una tienda en la que comprar más barato que en el comercio habitual de los ciudadanos de a pie. Los economatos quitaron muchas hambres a las familias de los funcionarios, que por entonces sobrevivían con sueldos más que escasos. En los años setenta, a la viuda de un Guardia Civil asesinado por ETA, le quedaban menos de cinco mil pesetas para mantener a sus hijos, teniendo en cuenta que del entierro se hacían cargo los Socorros Mutuos. Éste es un baremo que se puede extrapolar a cualquier funcionario de entonces, y además, todavía no tenían seguridad social, ni recetas para las medicinas. Tenían un puesto fijo de funcionario, pero ¿a qué precio ?. Claro que el resto de la población, envidiaban a los que tenían cartilla de economato, cuando todavía algunos guardaban la de racionamiento, por si acaso. Poder entrar en un economato y comprar a bajo precio, era signo en el barrio de una casta privilegiada.








































































jueves, 11 de julio de 2024

CARRO DE COMBATE TIGER I

Reportaje cedido por nuestro buen amigo y compañero Manuel García García

En esta ocasión, y en contra de lo habitual en el “Astillero de Papel”, los planos de construcción que han llegado, corresponden a un Carro de Combate (mal llamado TANQUE) alemán de la II G.M.

Es un caso excepcional, por compromiso con un amigo, especialista en este tipo de armas. Por ello, se ha tenido que paralizar la actividad en el Astillero, y habilitar el anexo “Taller Mecánico no 1”. El montaje se inició a primeros de Junio y se terminó el día de San Fermín,7 de Julio de 2024.

He procurado ser lo más fiel posible a la foto usada de “modelo”, cambiando el paisaje y añadiendo el numeral 211 en la torreta.

La escena representa la zona de Belgorod, (Ciudad Blanca) en Agosto de 1943. Esta ciudad rusa, está situada en el margen derecho del rio Séverski Donéts,a unos 40 Km. de la frontera con Ucrania, con el PzKfw Tiger I no 211 del 2.s. PzAbt.503 ,( Panzerkampfwagen Tiger no 211 del 503.o Batallón de Panzer Pesados) en primer término, pintado de gris oscuro y al fondo varios soldados, cerca de una granja. En la parte superior, el emblema de los “Tiger”, y el de los carristas alemanes.

Su grueso blindaje, lo hacía prácticamente invulnerable a los disparos de otros carros enemigos. El peso era de 57,8 Tn, con una longitud de 8,45 m (cañón incluido). La anchura era de 3,55 m., altura de 3 m, blindaje de 102 mm en el frontal y 82 en laterales y torreta. Armado con un cañón KwK 36L/56 de 8,8 cm y 92 proyectiles, mas 2 ametralladoras MG 34 de 7,92 mm con 4800 proyectiles.

Esperando os guste, reciban un cordial saludo.

Manuel García.

Barcelona, 7 de Julio de 2024