Publicado por Europa Sur y cedido por nuestro buen amigo y compañero Carlos Benítez Pimienta
Coronel de la Guardia Civil (R) y Doctor en Historia
22 de julio 2024
La
reorganización de la Guardia Civil (XVII)
Nuestro Campo
de Gibraltar, que tuvo en su histórico haber diferentes composiciones y
extensiones, es uno de esos lugares sobre los que tanto queda por aprender y
saber
SAN ROQUE/Por una u otra razón no siempre se cuenta la historia de las cosas como realmente fueron. Y nuestro Campo de Gibraltar, que tuvo en su histórico haber diferentes composiciones y extensiones, es uno de esos lugares sobre los que tanto queda por aprender y saber.
Tal y como se
viene exponiendo, ahora nos situamos dos décadas antes de que entrase en vigor
el Decreto 3.223/1965, de 28 de octubre, que configuró la Comarca del Campo de
Gibraltar con los términos municipales de Algeciras, San Roque, La Línea de la Concepción, Los Barrios, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera y Tarifa. Muy posteriormente, como ya
se dijo, por Decreto 181/2018, de 2 de octubre, se aprobó la creación del
municipio de San Martín del
Tesorillo, por segregación de Jimena.
En los dos
capítulos anteriores se ha expuesto resumidamente la configuración de las diez
compañías territoriales mandadas por capitanes y las diecinueve secciones
mandadas por tenientes, tanto en la provincia de Cádiz como en la de
Málaga. Por supuesto hubo algunas secciones mandadas por suboficiales,
concretamente entonces con el empleo de brigada, y por supuesto un número muy
superior de puestos de la Guardia Civil.
No hay que
olvidar que las unidades del antiguo Cuerpo de Carabineros habían
pasado a integrarse en el de la Guardia Civil y que como consecuencia de la
evolución de la Segunda Guerra Mundial, concretamente a partir del 1 de marzo
de 1944, la hasta entonces 134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil
(Algeciras), antigua 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras), se había visto
ampliada y fortalecida con unidades territoriales que hasta entonces había
estado encuadradas en la 216ª Comandancia Rural de la Guardia Civil (Cádiz), en
la 234ª Comandancia de Costas (Cádiz) que era la heredera de la antigua 11ª
Comandancia de Carabineros (Cádiz), así como en la 116ª Comandancia Rural
(Málaga) y en la 333ª Comandancia de Costas (Málaga), heredera de la antigua 9ª
Comandancia de Carabineros (Málaga). Todo ello había dado lugar a la nueva 337ª
Comandancia Mixta de la Guardia Civil (Algeciras).
Como jefe de
dicha unidad fue nombrado el teniente coronel Manuel Sanmartín Rives,
titular hasta entonces de la mentada 134ª Comandancia de Costas de la Guardia
Civil (Algeciras), siendo sus dos comandantes, conforme la “Escaleta de
Generales, Jefes y Oficiales en 1º de mayo de 1944”, Ignacio Molina
Pérez y Juan del Río Fernández. De éstos, el primero procedía del Cuerpo de
Carabineros y el segundo del de la Guardia Civil.
Hay que
significar que de Molina, del cual se han reproducido sus fotografías en
capítulos anteriores, se podría escribir un libro muy interesante, en especial
para la historia del Campo de Gibraltar en las décadas de los años 30 y 40 del
siglo XX, y no sólo de los dos Cuerpos beneméritos a los que perteneció.
También sería interesante tratar la ayuda que prestó a algunas familias
judías de otros países de la Europa continental para que pudieran
entrar en la colonia británica de Gibraltar.
El comandante
Molina había nacido el 31 de julio de 1897 en la cercana población malagueña de
Casares. Cursó sus estudios militares en la Academia de Infantería ubicada en
el alcazar de Toledo, perteneciendo a la promoción que ingresó el 27 de abril
de 1916. Obtuvo el empleo de alférez con antigüedad del 27 de junio de
1919 y tras finalizar sus estudios castrenses fue destinado al
Regimiento de Infantería Extremadura núm. 15, donde permaneció hasta fin de
mayo de 1922. El día 17 de dicho mes contrajo matrimonio canónico en Algeciras
con la joven Ramona López Riquelme, natural de dicha ciudad.
Tras prestar
activo servicio en las Campañas de Marruecos y estando destinado en el Batallón
de Cazadores de Figueras núm. 6, fue destinado por real orden de 5 de junio de
1923 al Instituto de Carabineros. Causó alta en la revista del mes
siguiente en la Comandancia de Málaga, si bien, a partir de octubre de ese
mismo año, salvo el breve periodo acaecido entre abril y noviembre de 1934, que
prestó servicio en la Comandancia de Huesca, estuvo destinado en la Comandancia
de Algeciras en diferentes empleos y destinos.
Como su
biografía militar sería larga de relatar y su historia merecería un libro,
decir tan sólo que comenzó el año 1944 como segundo jefe de la todavía
134ª Comandancia de Costas de la Guardia Civil (Algeciras). Pero es
que además, y ello era inusual, era el jefe del “Destacamento Algeciras-Málaga”
de la 2ª Sección Bis del Estado Mayor Central del Ejército y jefe de la
Secretaría de Información del Gobierno Militar del Campo de Gibraltar. Es decir,
era el responsable en la Comarca de lo que hoy día llamaríamos inteligencia
militar.
Como hecho
curioso, y no suficientemente aclarado, a pesar de que llevaba tiempo
desempeñando esos tres cometidos, hay que decir que fue destinado el 28
de febrero de dicho año, por orden del general de división Carlos Asensio
Cabanillas, ministro del Ejército, “en concepto de forzoso a la Plana Mayor
del 21 Tercio de Fronteras (Cáceres)”. Se ignoran las razones reales de dicha
disposición, dados los cometidos tan singulares que dicho comandante venía
desempeñando así como su profundo conocimiento del Campo de Gibraltar. Conocía
muy bien, y tenía buenos contactos desde su etapa en el Cuerpo de Carabineros,
en la colonia británica asentada en el Peñón, máxime cuando se estaba librando
la Segunda Guerra Mundial y se iba a potenciar el despliegue defensivo militar
español. No parecía lógico dicho cambio de destino, salvo razones desconocidas.
El caso es
que en dicha orden ministerial, “como consecuencia de la reorganización dada al
Cuerpo de la Guardia Civil”, que supuso a partir del 1 de marzo de 1944, entre
otras cosas, el acoplamiento definitivo de las antiguas comandancias de
Carabineros, a excepción de la de Algeciras, fueron destinados numerosos jefes
y oficiales procedentes de ambos Institutos. Entre ellos, además del también
mentado comandante del Río, que fue destinado con carácter forzoso a la
comandancia campogibraltareña, se encontraba en idéntica situación el
ya citado comandante Molina, pero a Extremadura.
Esto no
parecía en principio lógico, pero no por su destino en la Comandancia de
Algeciras, donde era el oficial que más tiempo llevaba destinado en tres
empleos diferentes, sino por la responsabilidad que ostentaba al frente
de la inteligencia militar del Ejército en el Campo de Gibraltar. Se estaba
en plena Segunda Guerra Mundial y la situación internacional no era
precisamente buena para España.
La
sorprendente decisión, tal vez no para la Dirección General de la Guardia
Civil, pero sí para el subsecretario, en comisión, del Ministerio del Ejército,
y gobernador militar del Campo de Gibraltar, general de división Fernando
Barrón Ortiz, fue modificada el 3 de marzo siguiente. El ministro firmó
otra orden, publicada al día siguiente en el Diario Oficial del Ministerio del
Ejército, relativa al comandante Molina: “se rectifica en el sentido de que
su destino es a la 337ª Comandancia mixta, en comisión, forzoso”. Se había
reorganizado la Comandancia de Algeciras y Molina continuaría desempeñando los
antiguos cometidos encomendados.
Buenos días Luciano, y muchas gracias por el buen trabajo que haces a nuestra Asociación. Un abrazo. Francisco del Pozo Castillo
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