miércoles, 1 de febrero de 2023

La fortificación de Peñíscola y la torre del Badum


LA FORTIFICACIÓN DE PEÑÍSCOLA Y LA TORRE DEL BADUM

 Antonio Gil Albarracín

Doctor en Historia. Académico correspondiente de las Reales Academias de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias de Granada, de Alfonso X el Sabio de Murcia y de Bellas Artes de San Fernando y de la Historia, ambas de Madrid. 

Artículo resultante de la ampliación de una conferencia dictada el 18-11-2021 en la Asociación Española de Amigos de los Castillos (A.E.A.C.) de Barcelona.

Un peñón fortificado

01. Población fortificada de Peñíscola, desde el Sur. Colección A.G.A.

Peñíscola también figura en la documentación consultada como Paníscola, Panízcola y Peníscola, población de la costa de Castellón de la Plana que el presbítero ilustrado, Antonio Josef Cavanilles, describió hacia 1795 como un [Cavanilles 1991, 40-41]:

Peñón que entra en el mar, del cual está rodeado por todas partes, excepción de la estrecha lengua por donde queda unido al continente. No pocas veces forma una isla perfecta cuando enfurecido el mar salen sus hinchadas olas y cubren dicha lengua de tierra”.

El conde de Oropesa, virrey de Valencia, en carta remitida el 29-8-1648 al monarca definió Peñíscola como [A.C.A. C. A.: Leg. 605, d. 35/4-5]:

Una plaça metida en el mar, incapaz de guarniçión tan gruessa que pueda dar cuidado al enemigo dejarla a las espaldas y que se comunica con la tierra por un passo tan estrecho que con muy limitada fuerça podría embaraçar que saliese de ella un hombre a ofenderle”.

Aunque probablemente albergara poblaciones anteriores, se intenta identificar en su solar el topónimo griego Quersonesos que citan Estrabón y Rufo Festo Avieno, que sería establecimiento fenicio, griego y romano. Durante la edad media fue población musulmana entre los años 718 y 1233, apareciendo citado en el siglo XII en las rutas de al-Edrisí.

Peñíscola en la corona de Aragón

02. Muralla de la Fuente de Peñíscola, en contacto con el baluarte de Santa María, inconcluso. Colección A.G.A.

Jaime I fracasó en su intento de apoderarse de Peñíscola, iniciado el 1-10-1225, pues tras diversas correrías en las que taló los campos e incendió los caseríos próximos, hubo de levantar el asedio. El año 1233 logró apoderarse de ella. EL 28-1-1250 se le otorgó carta puebla con fuero de Valencia a Arnaldo de Cardona y otros.

 03. Entrada al castillo de Peñíscola con cenefa decorativa centrada por la cruz templaria y los cardos, emblema del maestre Berenguer de Cardona (1291-1307), y el rayado de Arnau de Banyuls, comendador de la orden del Temple. Colección A.G.A.

Peñíscola perteneció a la orden de Temple entre los años 1294 y 1307, en que fueron apresados buena parte de sus miembros, disolviéndose la orden el 22-3-1312 por el papa Clemente V (1305-1314) con la bula Vox clamantis. Durante dicho periodo fue erigido el castillo templario por iniciativa de su gran maestre Berenguer de Cardona (1291-1307), cuyo escudo heráldico aparece en la fortaleza, junto al de Arnau de Banyuls, su comendador y al de la propia orden.

004. Patio de armas del castillo de Peñíscola, de izquierda a derecha, acceso al salón gótico, casa de la cisterna, iglesia, cocina mayor y salón del cónclave o bodega mayor. Colección A.G.A.
                                                                                        Siglo XIV

A causa de la abolición de la orden  del Temple, entre los años 1307-1319 Peñíscola fue realengo, hasta que Jaime II (1291-1327) la entregó a la orden de Montesa, promovida por el monarca y aprobada el año 1317por el papa Juan XXII (1316-1334) por las bulas Ad fructus uberes, Non dubitamus fili y Porrecta nuper nobis, aunque su creación efectiva se produjo el año 1319, dos años más tarde [López-Peláez Casellas 2018, 48-111. Masoliver Masoliver1999, II, 140].

Bajo el mandato de Guillem d’Erill, primer maestre, se acometieron importantes obras para reforzar su fortificación.

De gran trascendencia para Peñíscola fue que, en el marco del cisma de Occidente, el 28-9-1394 el cardenal Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor fue elegido en Avignon papa con el nombre de Benedicto XIII; sería consagrado el 11-10-1394, iniciando un pontificado que duró nueve años, hasta el año 1403, en que hubo de abandonar la ciudad de Avignon [Febrer Ibáñez 1924, 193].

Siglo XV

El año de 1411 el maestre Romeo de Corbera (1410-1445) donaría el castillo a Benedicto XIII, el Papa Luna, que residió en ella, entre el 1-12-1415, tras su condena como hereje y antipapa por el X Concilio de Constanza. Falleció en Peñíscola el 23-5-1423, tenía 90 años, de los cuales los últimos 29 habían tenido la condición de papa y de ellos durante los últimos ocho se vio obligado a encerrarse en Peñíscola [Simó Castillo 2009-2010, 151-193].

 


05. Escudo del citado papa Benedicto XIII, papa Luna, en el portal de san Pedro de Peñíscola. Colección A.G.A.

Días más tarde, el 8-6-1423 el cardenal Gil Sánchez Muñoz fue nombrado papa, adoptando el nombre de Clemente VIII, pero el 26-7-1429 renunció al papado, poniendo fin al Cisma de Occidente, durante el cual llegó a haber tres papas simultáneamente (Benedicto XIII, Juan XXIII y Gregorio XII) [Febrer Ibáñez 1924, 193-198].

Nuevamente en poder de la corona, en 1441 vendió la fortaleza de Peñíscola a la orden de Montesa por 150.000 sueldos. Fernando el Católico reconoció el derecho y propiedad de la orden en 1479, pero en 1488 declaró nula la concesión y, previa devolución a la citada orden de Montesa del precio recibido, reincorporó la población a la corona [Sánchez Jiménez 1995, 253-254].

SIGLO XVI 1536-1538

Tras haberse mantenido fiel a la monarquía durante la rebelión de las Germanías, reinaba Carlos I cuando el año 1534 Joan de Cevelló proyectó el refuerzo de las murallas de Peñíscola, pues a pesar de la fortaleza de su enclave, las murallas eran a la antigua y con demasiadas torres inútiles, por su excesiva altura, escasa consistencia y. sobre todo, sin capacidad para artillería, por lo que el ingeniero propuso: derribar o reformar diversas torres, reforzar los muros para instalar de artillería y levantar en el lienzo del istmo dos gruesos torreones, que Cervelló denomino baluartes, con cuatro troneras bajas y cinco altas para disparar con mosquetes. Las obras se iniciaron el 16-10-1536 y finalizaron el 22-10-1538, cuando sólo se había construido uno de los baluartes proyectados, la construcción del otro obligaba al derribo de un tramo de muralla, por lo que quedó pospuesto. El coste de la obra, que fue supervisada personalmente por Cervelló, se elevó a 4.000 ducados, a los que hubo que sumar los cerca de 2.000 ducados a que ascendió la guarnición que la custodió, y los 400 jornales fueron sufragados por la villa [Hernández Ruano 2014, 29-30. Pardo Molero 2000, 153-155].

 Juan Bautista Antonelli

Ya durante el reinado de Felipe II, hacia, 1563 Viciana indicó que Peñíscola contaba con 240 casas de vecinos al amparo de su castillo [Viciana 2002, 392].

En el discurso sobre la fortificación del reino de Valencia fechado el 30-3-1563 por el maestre racional y Juan Bautista Antonelli se indicó que Peníscola se había de fortificar dotándolo de artillería, por ser lugar muy fuerte y problemático para expulsar a los enemigos, si se apoderasen de aquella plaza; años más tarde el citado Antonelli recordó que Paníscola estaba reparada a la antigua, aunque en los años anteriores a su visita habían hecho, sin entendimiento, a su criterio, un cubo redondo y unas paredes [A.G.S. Estado: Leg. 329-I, d. 13, f. 9. A.G.S. G.A.: Leg. 72, d. 182. Gil Albarracín 2019, I, 412, II, 1211].

En una evaluación de lo que ascenderían los planes de refuerzo de dicha plaza y su artillado a propuesta de Juan Bautista Antonelli la fortificación de Paníscola y la dotación de 2 piezas gruesas, 2 medianas y 24 mosquetes costaría 4.000 ducados más los jornales aportados por el pueblo, pero dichas obras y dotaciones no fueron acometidas [A.G.S. Estado: Leg. 141, 170. Gil Albarracín 2019, I, 412, II, 1223].

Vespasiano Gonzaga Colonna y Bautista Antonelli

Vespasiano Gonzaga Colonna (Fondi, 6-12-1531-Sabbioneta, 25-2-1591), aristócrata italiano al servicio de España, quedó huérfano de padre el 2-12-1532, siendo educado por su tía Julia Gonzaga, que le proporcionó una brillante formación humanística. Construyó de nueva planta la ciudad renacentista de Sabbioneta, hoy declarada Patrimonio de la Humanidad por la U.N.E.S.C.O. [Gil Albarracín 2018,22-30].



.      06. Escultura ecuestre de Vespasiano Gonzaga Colonna, madera policromada de autor veneciano  no identificado, 1587. Palazzo Ducale, Sabbioneta. Colección A.G.A.


07. Detalle de Vespasiano Gonzaga Colonna, condecorado con el collar de la orden del Toisón de Oro madera policromada de autor veneciano no identificado, 1587. Palazzo Ducale, Sabbioneta. Colección A.G.A.

 

Vespasiano Gonzaga Colonna realizó a lo largo de su vida cuatro viajes a España:

1º. 1542-1545, siendo un niño, sirvió como paje al príncipe Felipe, futuro Felipe II, junto a quien recibió clases de matemáticas y formación técnica.

2º. 1545-1548. Inició su formación en la carrera militar.

     Ya en Italia, en 1549 contrajo su primer matrimonio con Diana Folch de Cardona, hija del virrey de Sicilia, que falleció el 9-11-1559, al parecer asesinada por su marido.

3º. 1564. Viajó a España para celebrar su matrimonio con Ana de Aragón y Folch de Cardona, 3ª hija del duque de Segorbe. De dicho matrimonio nacieron tres hijos: Julia, Isabel y, el 27-12-1565, Luis, fallecido en 1580. La esposa había fallecido el 10-7-1567 de tuberculosis ósea.

  1568-1578. En dicha década prestó servicio de Felipe II que, entre otras comisiones, le otorgó sucesivamente los cargos de Capitán general de Navarra y Guipúzcoa (1571), Virrey de Navarra (1572-1574) y Virrey de Valencia (1574-1578).

Tras su retorno a Italia completó la arquitectura de la ciudad renacentista de Sabbioneta y el 6-5-1582 Vespasiano Gonzaga contrajo matrimonio con su pariente Margarita Gonzaga (1562-1626), de quien no tuvo descendencia.

El 18-11-1577 el emperador Rodolfo II de Habsburgo elevó Sabbioneta de marquesado a ducado, otorgándole escudo heráldico partido con águila bicéfala sobre campo de oro en jefe y en punta en campo de azur, el término LIBERTAS de oro, dos de sus representaciones en el Palazzo Ducale de Sabbioneta se muestran adjuntas [Affò 1780, 87. P.M.V.G. 2017, 6. Sarzi Amadè 2013, 288. Togliani 2013, 107].

   08. Artesonado con el escudo de Vespasiano Gonzaga Colonna en la sala de los dardos, en el Palazzo Ducale, Sabbioneta. Colección A.G.A.

.


09. Artesonado con el escudo de Vespasiano Gonzaga Colonna en la sala del ángel en el Palazzo Ducale, Sabbioneta. Colección A.G.A.

El 12-5-1585 recibió del duque de Parma en Bolonia, por orden de Felipe II, el collar de caballero de la Orden del Toisón de Oro.

“El año 1588 Vespasiano Gonzaga representó a España como ministro plenipotenciario ante la Dieta convocada por Rodolfo II en Praga. Fue el último servicio prestado por Vespasiano Gonzaga a la corona española antes de su fallecimiento en Sabbioneta el 26-2-1591, siendo enterrado en la Iglesia de la Incoronata de dicha población, donde se hallan sus restos bajo un altar presidido por su retrato de bronce que, según se repite habitualmente, había labrado en 1579 León Leoni, pero incluyendo en la coraza el Toisón de Oro, el bronce debe de ser posterior a 1585, flanqueado por la Templanza y la Fortaleza, dos de las virtudes que le acompañaron durante su vida [Gil Albarracín 2018, 25-45].

10. Retrato de Vespasiano Gonzaga Colonna, por León Leoni, considerado de 1579, al llevar el Toisón de Oro, la fundición del bronce con dicha condecoración debió de ser posterior a 1585, en la iglesia de la Beata vergine Incoronata. Sabbioneta. Colección A.G.A.

            Gran experto en fortificaciones, Vespasiano Gonzaga fue el autor, cuando era virrey del reino de Valencia, del proyecto de fortificación renacentista del frente de tierra de Peñíscola, contando para su ejecución con el ingeniero militar Bautista Antonelli.

Bautista Antonelli (1547 circa-1616), hermano del citado Juan Bautista Antonelli, padre y tío de otros ingenieros que trabajaron al servicio de la corona española, fue uno de los pocos ingenieros militares que han trabajado en todos los continentes conocidos en su tiempo, en Asia al servicio de la Serenísima República de Venecia, en la defensa de Famagusta (Chipre) durante el asedio de las tropas turcas de Selim II; y al servicio de España en Europa, África y América [Gil Albarracín 2019, 39-46].

 Amparado por su hermano Juan Bautista, entró al servicio de España, Vespasiano Gonzaga Colonna, siendo virrey, lo nombro ingeniero del reino de Valencia, dirigiendo la ejecución de la fortificación renacentista de Peñíscola, entre otros trabajos.

Posteriormente realizó cuatro viajes a América, que le permitieron fortificar buena parte de las costas del continente, tanto en Brasil como en el Caribe [Gil Albarracín 2019, 106-165]:

 

1º. 1581-1584. Viaje al estrecho de Magallanes, en el que sufrió dos naufragios, en el golfo de Cádiz y en la isla de Santa Catalina; no pudo pasar de la costa brasileña.

2º. 1586-1587. Orden de marchar, junto al maestre de campo Juan de Tejeda, para proyectar la fortificación de los principales puertos de Indias, en los mares Caribe (La Habana, Veracruz, Portobelo, Cartagena de Indias, etcétera) y del Sur o Pacífico (Panamá).

3º. 1589-1600. Nuevo periplo americano para la construcción de las fortificaciones portuarias, que había proyectado, aprobadas por la corona; sobrevivió en la inmediación de Puerto Rico a un nuevo naufragio.

4º. 1604-1608. Nuevo viaje de Bautista Antonelli a proyectar la defensa de las Salinas de Araya y otros trabajos de fortificación.

Durante los últimos años de su vida, antes del retiro (1610-1615), participó en la toma y fortificación de Larache, en la costa atlántica de África [Duclós Bautista 2001, 36. Gil Albarracín 2019, 138-139. Llaguno Amírola 1829, III, 65].

En sus trabajos, a veces a distancias gigantescas unos de otros, sufrió tres naufragios, demostró la extraordinaria calidad de su ingeniería, que en muchos de sus ejemplos ha sido reconocida con la inclusión en la relación de Patrimonio de la Humanidad por la U.N.E.S.C.O.

La fortificación renacentista de Peñíscola

Las obras del frente terrestre de Peñíscola, proyectadas por Vespasiano Gonzaga Colonna, enlazaron de Norte a Sur, adaptándose a la topografía del terreno, con los siguientes elementos: Tijera (Batería de San Fernando y Punta de San Nicolás), Baluarte real (Batería de Santiago y Batería del Calvario), Cortina (con portal de San Felipe/Fosc), Medio Baluarte (Balcón de Pilatos y Cortina de San Felipe o del Socorro) y Baluarte de Santa María.

Las mismas se desarrollaron bajo la dirección de Bautista Antonelli entre el 2-11-1576 y el 11-5-1578 o poco más tarde. Le asistieron el maestro de obras Juan de Ambuesa el sobrestante Baltasar Martí al frente de los más de 600 obreros que llegaron a trabajar simultáneamente en la obra, incluidos 219 picapedreros y 248 peones. En diciembre de 1576 Pedro Duarte fue nombrado veedor y pagador de los trabajos.

La obra se inició con la ocupación de una finca del convento de Nuestra Señora de Gracia y el derribo de algunas casas. Finalmente quedó inconcluso el baluarte de Santa María.

Vespasiano Gonzaga visitó las obras de Peñíscola en mayo de 1577, tomando nota de su elevado ritmo, pues en cuatro meses se superaría el cordón magistral, indicando al secretario Mateo Vázquez que:

Sale la más hermosa fuerça que e visto en ninguna parte”.

Es probable que estuviera avanzada la construcción de la puerta de San Felipe, de Felipe II o portal Fosc, proyectado por Vespasiano Gonzaga siguiendo las directrices establecidas por Sebastiano Serlio para las puertas de las ciudades, rustificando en su cara exterior el almohadillado de sus dovelas mediante bolas, igual que había empleado Giulio Romano en la portada del palacio ducal de Mantua, posible inspiración de la portada de Peñíscola [Balaguer Dezcallar 2015, 3-5. Id. 2019, 233-237. Gil Albarracín 2018, 94-97. Id. 2019, 415].

11. La antigua puerta de San Felipe, construida siguiendo un modelo serliano, actual portal Fosc, hacia 2012, tras su restauración, con decoración de bolas, como el palacio ducal de Mantua. Colección A.G.A.



12. Acceso de la antigua puerta de San Felipe o Portal Fosc desde el interior de la población. Colección A.G.A.


El coste de la obra realizada en Peñíscola ascendió finalmente a 75.081 libras, aportadas casi en su totalidad de los fondos de la Generalitat de Valencia [Gil Albarracín 2018, 98].

Vespasiano Gonzaga remitió a Felipe II junto a dos planos de Peñíscola, sin firma de autoría, un modelo de relieve o maqueta de su fortificación y Felipe II anotaría en su margen que había estado en dicha plaza y conocía el enclave [A.G.S. G.A.: Leg. 90, d. 20, 21 y 22. A.G.S. M.P.D.: 09,057 y 09,059. Gil Albarracín 2019, 414. Hernández Ruano 2014, 48-52].

13. Plano de Peñíscola, con la fortificación renacentista proyectada por Vespasiano Gonzaga Colonna. Incluye proyecto de conclusión del baluarte de Santa María. Atribuido a Bautista Antonelli, 1579 A.G.S. M.P.D.: 09,059.

Vicente Redonat o Redorat recibió diversas cantidades en 1577 y 1578 para esculpir las armas de las esquinas de los baluartes Real y de Santa María, así como el escudo y el letrero situado sobre el portal principal de dicha plaza, que ya se habían colocado en sus respectivos emplazamientos el 11-5-1578, próximo al final de su mandato como virrey, Vespasiano Gonzaga visitó las obras de Peñíscola y admiró sus epígrafes con el texto, entre otros:

 14. Balcón de Pilatos, garita situada en un extremo de la cortina de San Felipe o del Socorro. Colección A.G.A.

REYNANDO EL SIEMPRE VENCEDOR DON PHELIPE SEGVN

DO Y SIENDO SV LVGARTENIENTE Y CAPITÁN GENERAL

EN ESTE REYNO DE VALENCIA VESPASIANO GONZAGA

COLONA, PRÍNCIPE DE SABIONEDA, DVQVE DE TRAYETO

MARQVÉS DE HOSTIANO, CONDE DE FVNDI Y DE RODIGO

AÑO DE 1578

15. Lápida conmemorativa de la construcción de la muralla renacentista de Peñíscola, esculpida por Vicente Redonat o Redorat. Colección A.G.A.

Tras la última visita de Vespasiano Gonzaga a Peñíscola, antes de abandonar España, se reunió la Comisión de los 18 y propusieron quitar las lápidas que se habían puesto en los baluartes y puerta de la plaza, actuación que no fue aprobada por falta de unanimidad de sus miembros. Si hubo unanimidad en quitarle el sueldo a Bautista Antonelli.

Pocos días más tarde, Vespasiano Gonzaga retornó a Italia y nunca más volvería a España, como se ha indicado.

La tradición atribuye la fortificación renacentista de Peñíscola a Juan Bautista Antonelli, por ser el que más fama alcanzó de los hermanos, dando lugar a que el Ayuntamiento de Peñíscola, deficientemente informado, le dedicara una plaza próxima a las citadas murallas, cuando le debía de haber sido dedicada a su hermano Bautista o a Vespasiano Gonzaga Colonna, el virrey que proyectó la fortificación.

Peñíscola y la penuria del siglo XVII

Durante la Guerra de Cataluña, el conde de Oropesa, propuso al monarca el 4-8-1648 desde San Matheo hacer una media luna ante el frente de tierra de Peñíscola [A.C.A. C. A.: Leg. 605, d. 25/22. A.G.S. G.A.: Leg. 1.680, s. n.; Leg. 1.706, s. n.].

En carta de 1656 Isidoro Sanz, capitán y sargento mayor, con 34 años de servicio y que hacía más de 6 años que gobernaba la plaza de Peñíscola, recordó que el marqués de Leganés elevó su guarnición a 100 soldados, llegando a acuartelar un tercio completo; durante el virreinato del duque de Montalto se redujo a seis soldados, pagándole de su patrimonio particular los salarios, el sustento y la munición, pero hallándose con mucha necesidad, no podía socorrer a [A.C.A. C. A.: Leg. 555, d. 8/30]:

Los pocos que han quedado, que son los que haçen la guarda a las puertas”.

La situación aún empeoró pues en carta del duque de Montalto, virrey del reino de Valencia, indicó al monarca el 7-9-1657 desde el Real de Valencia, que el citado Isidoro Sanz [A.C.A. C. A.: Leg. 555, d. 8/35]:

Oy me escrive que por su persona ha menester abrir y cerrar las puertas, respecto de habérsele muerto un cabo de esquadra único que había quedado y sustentaba él de dos años a esta parte”.

Noticia que da testimonio de la penuria alcanzada por el país ocasionando que una plaza de tal importancia hubiera llegado a semejante estado de abandono.

Peñíscola durante la Guerra de Sucesión Española

El 21-4-1706 Peñíscola, enclave borbónico a las órdenes de Sancho de Echeverría fue asediado por tropas austracistas, y la guarnición, saliendo de la plaza, acometió a los atacantes y le tomó tres piezas de artillería, dos de bronce de a 8 y una de hierro de a 24, balería, pólvora y pertrechos, causándole 50 bajas al enemigo, entre muertos y prisioneros; de los vencedores sólo hubo un soldado herido [A.H.N. ESTADO: Leg. 287, d. 56].

Febrer Ibáñez recordaría en 1924 que una de las tres campanas de la torre de la iglesia de la Virgen de la Ermitaña había sido fundida con el metal de uno de los cañones tomados al enemigo en la citada salida [Febrer Ibáñez 1924, 21].


    16. Portada de la iglesia de la Virgen de la Ermitana, junto al castillo de Peñíscola, reedificada por orden de Sancho de Echeverria y Orcolaga (1674-1716), gobernador de Peñíscola. Colección A.G.A.

Oriundo de Rentería, el mariscal de campo y caballero de Santiago, Sancho de Echeverría y Orcolaga mandó labrar a sus expensas la capilla de Nuestra Señora de la Ermitana, en cuya fachada figura el escudo de dicho aristócrata fechado el año 1712 con una lápida de ocho líneas, dañada por los bombardeos, en la que aún se puede leer:

AEQUIPAR…IBAL DEFENDIT SANCHIVS VRBEM

CHEVARRI…INVICTVS NOBILIS ATQUE PIVS

VIRGINIS AV…LIO QVE SOLVM REBVS IN ARCTIS

TVTAMEN FORTE ET DVLCIE LEVAMEN ERAT

EXOPTANS III I DIGNAS PERSOLVERE GRATES

EIVS IN OBSECVI[VM] CONSECRA ISTVD OPVS

MVNERA PARVA QVID… MAGNIS ESSE FATETVR

VIT POTE PROM…EICIIS

Su traducción sería, según indicó Febrer Ibañez en 1924:

Sancho de Echevarría, varón invicto, noble y piadoso, defendió la ciudad como general valiente y consagró esta obra o iglesia en obsequio y honor de la Virgen Santísima, que fue la que le protegió en todas sus empresas.

17. Escudo de Felipe V coronando la portada de La iglesia de la Virgen de la Ermitana, junto al castillo de Peñíscola. Colección A.G.A.          

 Ferviente defensor del monarca Felipe V, en la iglesia que ordenó reedificar mandó colocar en lugar dominante el escudo heráldico del monarca, cuartelado, en jefe las armas de Castilla y León, sin la granada habitual en el entado en punta, y las de Aragón y Sicilia; en los cuarteles centrales las armas de Austria y de Borgoña ducal o moderna y Tirol; entre los cuatro cuarteles inferiores en un escusón las armas de Flandes y Brabante; entre los cuatro cuarteles superiores otro escusón con las tres flores de lis de los Anjou. Timbrado por corona real cerrada, con cuatro florones, tres de ellos vistos, en lugar de los ocho habituales, y condecorado con las órdenes del Espíritu Santo y del Toisón de Oro, orladas de volutas barrocas [Gil Albarracín 2020, 324. Id. 2021, 58-60].

Sancho de Echeverría falleció en Vinaroz el 14-9-1716 abintestato, siendo enterrado el 17-9-1716 en la capilla que había fundado [A.G.S. G.M.: Leg. 3.479, s. n.].

Sancho de Echeverria ordenó el año de 1706, en el curso de la Guerra de Sucesión, que el convento de religiosos trinitarios calzados de la provincia de Aragón, fundado en Peñíscola desde hacía más de tres siglos, fuese demolido por interés de la defensa. Los frailes por considerarlo servicio a la corona, lo acataron, previo depósito de su imaginería a la parroquia de la población.

Ejecutado el citado traslado de [A.G.S. G.M.: Leg. 3.479, s. n.]:

Las sagradas imágenes de Cristo Crucificado y de María Santísima de la Gracia a la Parroquial de dicha ciudad, inmediatamente se echó la fábrica a tierra”.

El deseo del citado gobernador era que los religiosos permanecieran en dicha población, pero careciendo de lugar para ello, se trasladaron a un hospicio que tenía la orden en Torreblanca, con el ofrecimiento del citado gobernador, en nombre del monarca, que a costa de la Real Hacienda [A.G.S. G.M.: Leg. 3.479, s. n.]:

Se reedificaría el convento en sitio que no pudiese impedir la defensa de la Plaza”.

Los religiosos solicitaron reiteradamente a Sancho Echeverría la cesión de la capilla de la Virgen de la Ermitana y que alcanzase licencia para construir un convento en su inmediación, a lo que éste accedió cuando se finalizara la obra, pero falleció antes.

Felipe V firmó en Madrid el 20-2-1725 una real cédula que autorizó a fray Ignacio Vicente Zaballos, Provincial de la Provincia de Aragón de la Orden de Trinitarios calzados a reedificar dicho convento en la Heredad del Clero, pero no se pudo erigir por falta de medios [A.G.S. G.M.: Leg. 3.479, s. n.].

Los trinitarios consiguieron dos décadas más tarde, en Madrid el 7-8-1746, ante el escribano Isidro Miguel García, que Mariano Fernández de Villanueva Echeverría y Vetia, heredero del citado Sancho de Echeverría, le cediese el uso de dicha ermita de Nuestra Señora de la Ermitaña, sin carga ni renta alguna [A.G.S. G.M.: Leg. 3.479, s. n.].

Solicitada autorización a la corona, fue trasladada al ingeniero director Carlos Desnaux, que dictaminó el 12-12-1746 que ante la carencia de cuartel y polvorín que se habría de edificar en la zona que habían solicitado los trinitarios para su convento no se le debería de autorizar. Criterio que fue adoptado por el monarca.

Peñíscola en la estrategia contra las epidemias

Resulta gran interés la representación de Peñíscola en el grabado, firmado por Joaquín Giner Grau, que encabeza una patente de sanidad emitida por dicha ciudad el 18-3-1759, en el mismo figura la vista de pájaro de la población fortificada desde tierra, destacando su artillería, asomando en las cañoneras. Corona la población el castillo templario y la inmediata iglesia de la Virgen de la Ermitana. Protege la ciudad, sobre nubes, una sacra reunión presidida por la citada Virgen, patrona de la población, flanqueada por los santos Roque, barbado, vestido de peregrino, con bordón y calabaza, a quien un ángel le levanta la ropa para mostrar el bubón que le había quedado de la peste en su pierna derecha, y Sebastián, representado en su primer martirio, con tres flechas clavadas en su cuerpo. Entre los ámbitos terrenal y celestial una filacteria ensalza la población, con la leyenda:

“NOBILISSIMA AC FIDELISSIMA CIVITAS PENINSULAE”.



18. Grabado encabezando patente de sanidad emitida el 18-3-1759 por Peñíscola (Castellón de la Plana) con vista de pájaro de la población, protegida por reunión sacra presidida por la Virgen de la Ermitana, flanqueada por los santos Roque y Sebastián. Firmado por Joaquín Giner Grau. A.H.C.B.: 1L.XI-57. C. 4, N. 54.

Este tipo de documentos se generalizaron a partir del año 1720, tras la mortandad causada por la peste de Marsella de aquel año. Su obligatoriedad los convirtió en un eficaz instrumento para evitar que la población del continente europeo volviera a padecer durante los últimos tres siglos el azote de las epidemias de peste bubónica.

Fortificaciones inmediatas a Peñíscola

La Torreta fue proyectada, a mediados del siglo XIX en el istmo, entonces yermo, por el mariscal José Herrera García. Fue erigida al estallar la 3ª Guerra Carlista, sin tener presente el proyecto propuesto por el citado ingeniero militar. A causa de la especulación urbanística de la segunda mitad del siglo XX ha quedado en un callejón, entre edificios anodinos e intereses comerciales que la acosan y casi la ocultan.

También debe de pertenecer a la segunda mitad del siglo XIX la fortificación titulada el Castellet, fuerte fusilero situado en un extremo de la Sierra de Irta, junto a la rambla de Alcalá, con planta estrellada de nueve puntas, en la que se distribuyen 18 lienzos y 24 aspilleras verticales para fusilería [Giner Sospedra 1996, 42-46].

Las fortificaciones del duque de Maqueda en la costa del reino de Valencia

La organización de la defensa de la costa valenciana fue una preocupación creciente conforme avanzaba el siglo XVI, como acredita que las Cortes de Valencia de 1552 dedicara 17 capítulos a ordenar y reformar las disposiciones de la guarda costera y de las torres de vigía que le servían de apoyo [Boira Maiques 2007, 28].

El año siguiente llegó al frente del virreinato de Valencia Bernardino de Cárdenas y Pacheco (1490-1560), 2º duque de Maqueda, desde 1542, título que había sido creado en 1529 por Carlos I, y primer marqués de Elche, creado el año 1520 por el mismo monarca. El nuevo virrey mostró gran interés por la defensa de la costa de su virreinato, promoviendo el 15-10-1554 la publicación de las ordenanzas de la guarda marítima del mismo [https://www.diputaciondelagrandezaytitulosdelreino.es/guiadetitulo/?b. Boira Maiques 2007, 28. Mateu Ibars 1963, 135].

Asimismo impulsó la construcción del castillo de Lugar Nuevo o Santa Pola, en su señorío ilicitano; también promovió la construcción o restauración de torres, entre ellas, enumeradas de Sur a Norte, la de Aguadulce o del Gerro, la de la Almadraba, del Palmar o del Palmar de la Almadraba, ambas en Denia (Alicante), la de Almenara, y del Badum, en Peñíscola, ambas en Castellón de la Plana, de las que se conservan total o parcialmente lápidas de dicha etapa; aunque pudo haber otras, tratemos de las mismas brevemente.

La torre de Aguadulçe, del Agua Dulçe, del Arenal, del Cherro, del Gerro o del Xerro, se halla situada al Sur de Denia, a un centenar de metros sobre el nivel del mar, debió de ser edificada antes de la conclusión del reinado del emperador Carlos, siendo virrey del reino de Valencia el duque de Maqueda, entre 1553 y 1556, en que Felipe II relevaría a su padre al frente de la corona española. Aunque sería contradictorio con el reinado de Felipe II vigente, algún autor traslada su construcción al año 1557 [Balaguer Dezcallar 2018, 3].

La torre citada, que fue construida con notable esbeltez, hubo de ser reforzada con un grueso muro escarpado o ataluzado, muestra sobre una de sus dos puertas, la que se abre de cara al mar, una lápida en la que la mala calidad de la piedra en que fue labrada y el paso del tiempo han borrado sus leyendas superiores y las obras de refuerzo del edificio presumiblemente han ocultado la leyenda inferior, que completaría la misma.




.     19. La Torreta, construida como defensa avanzada en un istmo diáfano, actualmente casi engullida por una arquitectura desproporcionada. Colección A.G.A.

La lápida de esta torre presenta un crucifijo, que muestra una cartela o “tabula ansata” en la parte superior de la cruz, que debe de incluir el acrónimo, en latín, una de las tres lenguas empleadas en la tablilla, junto al griego y al hebreo [Juan, 19- 20]:

Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum”.

Asimismo presenta, acolados sobre el brazo mayor del crucifijo, un águila bicéfala con sus alas exployadas y en losange el escudo del reino de Valencia, en campo de oro cuatro barras de gules, timbrado por corona real abierta, que también aparece sobre cada una de las cabezas de la citada águila. A partir de las garras del águila se sitúa el escudo de los Cárdenas, linaje del duque de Maqueda virrey del reino de Valencia, que mostraba [Mateu Ibars 1963,131]: 

En campo de oro, dos lobos de sable, andantes y puestos en palo; la rama de los duques las acrecienta con bordura de gules, ocho veneras de oro y ocho eses del mismo metal alternando”.

A ambos lados de las garras y del escudo virreinal hubo una leyenda que la erosión ha convertido en ilegible. 

El conjunto lapidario, formado por siete piezas de diversas dimensiones, seis a la vista y la restante, que completaba la lápida con otra tabula ansata, incluyendo el texto bíblico del Psalmo XVI, 8, cuyo texto veremos, quedaría probablemente oculta por la obra de refuerzo, como podrá comprobarse con una sencilla cata de comprobación, salvo que fuera retirada antes de hacer el refuerzo de la torre.

   20. La Torreta, en el istmo de Peñíscola, acosada por una arquitectura inadecuada y casi oculta por anuncios comerciales. Colección A.G.A.

Unos años más tarde de su edificación, Juan Bautista Antonelli en su informe firmado en Valencia el 30-3-1563 indicó que a esta torre se le había de hacer una guirnalda [A.G.S. Estado: Leg. 329-I, d. 13. Gil Albarracín 2019, 1.216].

Tras dicha visita surgirían problemas estructurales, pues el visitador Juan de Acuña indicó a mediados de 1585 que la torre del Agua Dulce o del Arenal [A.C.A. C.A.: Leg. 761, d. 103, f. 36. Boira Maiques 2007, 243, transcribió incompleto este documento]:

Está edificada en el postrer alto de la costa de la mar que ay hasta la villa de Denia, la qual es redonda y alta, y por ser muy delgada la guarnecieron a la redonda de un muro grueso escarpado de altura de las tres partes las dos, tiene junto a ella una cisterna”.

Testimonio del que se deduce que ya se había erigido el refuerzo de las dos terceras partes inferiores de la torre con un tosco muro ataluzado que ha cambiado el alzado de la torre, logrando evitar su presumible ruina. El muro que abraza buena parte de la misma probablemente ha permitido que el edificio haya llegado a nuestros días.

Este modelo de lápida, que también se ha conservado en la torre del Badum de Peñíscola y fragmentariamente en otros enclaves fortificados, como veremos, debió de colocarse en las torres edificadas durante el virreinato del duque de Maqueda, al menos en las erigidas en los primeros años del mismo, coincidentes con el reinado del emperador.

Al desescombrar en 1957 la ruina de la torre de la Almadraba, del Palmar o del Palmar de la Almadraba, situada al Norte de Denia (Alicante), apareció una “tabula ansata” de gran interés por incluir el texto bíblico del Psalmo XVI, 8. Esta torre ha sido restaurada en las últimas décadas con criterios discutibles [Boira Maiques 2007, 30, 180-181. Sánchez Jiménez 1995, 467].






.      

 . 21. Torre de Aguadulce o del Gerro, de Denia (Alicante), con escudo similar al de la torre del Badum de Peñíscola (Castellón de la Plana), con su leyenda ilegible por su deterioro y presumible ocultamiento de su texto final. Colección A.G.A.

El marco con asas que limita el texto del Psalmo XVI, 8, en esta torre de Denia (Alicante) es similar en continente y contenido, al que aparece en la base de la torre del Badum de Peñíscola, incluyendo en ambos casos el texto:

SVB VMBRA ALAR[VM]

TVAR[VM] PROTEGEM[E]

En la segunda línea de esta lápida se aprecia el empleo de una tilde o rayita ondulada en la pata de la “R”, para indicar la abreviatura de las letras que completa el término, como veremos en la lápida de la torre del Badum, conservada en Peñíscola,

Se debe de tratar de la base del modelo de lápida que el duque de Maqueda ordenaría colocar en las torres construidas o reconstruidas durante su virreinato, de las que se han conservado dos ejemplos el de la torre de Aguadulce o de Gerro, en Denia (Alicante), como se ha indicado, y la torre del Badum de Peñíscola (Castellón de la Plana), junto a otros fragmentos de los que tratamos [Gil Albarracín 2009-2010, 23, 30-31, 33].

El citado texto bíblico había sido incorporado por Isabel la Católica, al escudo de España acompañando al águila de San Juan, como filacteria o como leyenda perimetral, con la variante de sustituir el “ME” final, singular, por el plural “NOS”, quedando:

 

SVB VMBRA ALAR[VM] TVAR[VM] PROTEGE NOS

El fragmento de lápida hallado en 1957, fue donado por Salvador Gisbert Mestre al Museu Nacional de Cerámica González Martí de Valencia, que lo ha prestado al Museo Arqueológico de Denia donde lo he podido contemplar en una muestra temporal, que lo expone, sin indicar su origen, acompañado de información sobre su donación [Museo Arqueológico de Denia: Información mostrada junto a la citada lápida].

Respecto a la torre de Almenara Forcada Martí indica que pudo haber sido construida hacia 1553-1554, durante el virreinato de Bernardino de Cárdenas y Pacheco, duque de Maqueda, por haberse hallado partida, en el antiguo cuartel de carabineros existente entre las torres de Almenara y de Moncófar, una lápida con texto y factura similar a la existente en la torre del Badum, inmediata a Peñíscola [Forcada Martí 2007, 110-112].

En el fragmento de lápida localizado se puede leer:

HÍZOSE /

EN EL /

… AÑO DE /

… DEL ILUSTRÍSIMO SEÑOR /

DINO DE /

DVQVE DE /

VISOREY Y /

DE ESTE REY/NO

El fragmento de lápida referido es el que correspondería a la izquierda del calvario, con el escudo del reino de Valencia acolado sobre el águila bicéfala del emperador Carlos V y, entre sus garras, el escudo del conde de Maqueda, virrey del reino. La leyenda citada se completaría con la existente a la derecha del crucifijo y, en su base con el texto latino del Psalmo XVI, 8, como ocurre en las restantes lápidas conservadas de este virreinato.

Esta torre había desaparecido a mediados del siglo XIX, pues en 1861 José Herrera García indicó que la torre de Almenara se hallaba completamente destruida [A.G.M.M. C.G.D.: C. 6.922. Leg. 5-4-1-2, f. 119v. Gil Albarracín 2015, 120].

Aunque perteneció en el pasado al territorio del castillo de Almenara, al segregarse La Llosa de la misma, quedo en la nueva jurisdicción municipal. 

La torre del Badum, también conocida como torre de Abadum, de/l Almadum, de/l Almadún, del Almodum, del Almodún o del Almudum, es una fortificación presumiblemente islámica, a la que se atribuye una cronología del siglo XIII, aunque nada se aprecia en la misma que pueda pertenecer a dicha antigüedad. Lo que se conserva es una torre de planta circular, ligeramente ataluzada, que probablemente fue erigida de nueva planta o rehecha en su totalidad el año 1554, con fábrica de sillarejo y sillería [Almerich 2011, 24. Sánchez Jiménez 1995, 256].


22. Lápida existente en la torre del Gerro de Denia (Alicante), con su pie oculto por el burdo refuerzo de su base. Colección A.G.A.

Del siglo XVI conservaba en su fábrica una lápida, sustituida el año 2014 por una réplica errónea que también incluye el modelo indicado: sobre un crucifijo en el Calvario con una “tabula ansata” con el acrónimo latino citado “I.N.R.I.” que, según San Juan [19, 20], mostró la cruz en tres lenguas. Asimismo figuran los escudos del reino de Valencia acolado sobre el águila bicéfala de Carlos I [Monreal Casamayor 2006, 318-320] y, entre sus garras, el del duque de Maqueda, como se ha indicado, aunque la erosión había vaciado el contenido, haciendo desaparecer su representación escultórica. Dicho escudo del duque de Maqueda en la torre del Badum ha sido repuesto en la réplica que ha sustituido al original. A ambos lados de los escudos se coloca le leyenda que veremos a continuación y en la base del conjunto se sitúa otra tabula ansata que enmarca también el texto bíblico indicado.

El conjunto epigráfico legible incluye, con las abreviaturas desarrolladas, salvo en la tablilla inicial, las leyendas siguientes:

I.N.R.I.

***

HÍZOSE / ESTOBRA

EN EL / MES

[…] AÑO DE / 1554

DEL ILUSTRÍSIMO / DON BERNAR

DINO DE / CÁRDENA

DVQVE DE / MAQEDA

VISREY Y / CAPITÁN

DE ESTE REYNO / DE VALEN[CIA]

***

SVB VMBRA ALAR[VM]

TVAR[VM] PROTEGEME

El texto latino que aparece enmarcado en tabula ansata”, en la base de la lápida, corresponde al Psalmo XVI, 8, como se ha indicado. El texto correcto de dicha leyenda, el derivado de la Biblia en su versión latina, lo identifiqué con la lectura de las letras legibles en el mismo e identificando las que cabían en los espacios restantes y como tal lo publiqué un lustro antes de que se planteara la errónea restauración sustituyendo el texto bíblico, de gran valor simbólico religioso y militar, por otro texto incorrecto e incomprensible [Gil Albarracín 2009-2010, 23, 30-32. Id. 2019, 421-422].


23. Fragmento de lápida ansata procedente de la torre de la Almadraba, del Palmar o del Palmar de la Almadraba, en Denia (Alicante), edificada o reconstruida por orden del duque de Maqueda, en la que se lee, con toda claridad la mayor parte del texto bíblico Psalmos, XVI, 8. Colección A.G.A.



      24.  Torre del Badum, en un acantilado sobre el Mediterráneo, que desde el año 2014sustituye la lápida original, que existía desde 1554 en dicha torre, por otra errónea. Colección A.G.A.

Acerca del texto latino que concluye la lápida desgraciadamente se han publicado diversas lecturas que no corresponden a la realidad [Pérez Olagüe, Almerich 2011, 20-21, 24: Siembra, alarma y protégeme”. Boira Maiques 2007, 39: siembra, alar/ma y protégeme. Forcada Martí 2007: tierra alarmar protégeme”].

En la leyenda que ha sustituido erróneamente a la original pretendiendo replicarla se ha optado por una fusión entre los textos que ofrecen Almerich, Boira Maiques y Forcada Martí:

I.N.R.I.

***

HÍZOSE / ESTA OBRA

EN EL / MES

AND / 1554

DEL YLTE / D BERN

DINO D C / ARDENA

DVQUE D / MAQEDA

VISREY Y / CAPITÁN

DEL REYN / D VALEN

***

SIEMBRA ALAR

MAR PROTEGEME

 25.  Lápida original de la torre del Badún, con las armas Carlos I y su virrey, el duque de Maqueda, que ordenó rehacerla el año 1554; bajo ella se sitúa una lápida ansata en la que, a pesar de su deterioro, se puede leer el texto bíblico de Psalmos, XVI, 8. Colección A.G.A.


     26. Réplica errónea realizada el año 2014 de lápida de la torre del Badum, bajo la dirección de la arquitecta María Josefa Balaguer Dezcallar, según las directrices de la Dirección General del Patrimonio de la Generalitat Valenciana. Colección A.G.A.

La sustitución la lápida original, para proceder a su restauración y depósito en el Polvorín del Parque de Artillería de Peñíscola, se produjo el año 2014. Analicemos brevemente el resultado.

El primer texto es correcto y nada que objetar al acrónimo latino de la tabula ansata superior.

En los textos castellanos que completan la réplica se han cometido frivolidades y errores gruesos, como ignorar el texto bíblico en latín que concluye la lápida convirtiéndose en la base de la misma, pues el texto final, enmarcado en otratabula ansata, es un invento incomprensible que falsea la pretendida réplica instalada en la torre, por supuesto sin relación alguna con el contenido del original bíblico.

La falta de identificación del texto original de la base de la lápida, ha impedido reconocer que al final de la primera línea y de la primera palabra de la segunda del texto bíblico se incluyó una tilde o rayita ondulada en la pata de la consonante “R”, como señal que marcaba en ambos casos el inicio de una abreviatura. Al inventar el contenido de dicha parte de la lápida en el texto replicado, ignorando el valor de dicha tilde, la ha incorporado a todas las letras “R” de la leyenda, convirtiéndola en un adorno sin valor ni sentido alguno.

27. Detalle del extremo inferior de la réplica errónea colocada a partir de 2014 lugar de la lápida original de la torre del Badum. Colección A.G.A.

En definitiva, se trata de una muestra evidente del deterioro que sufre el patrimonio histórico, incluso en casos en que se halla teóricamente protegido, al no incluir la legislación patrimonial vigente la obligación de incorporar a los proyectos de restauración un estudio expresamente encargado a historiadores competentes.

La memoria de la actuación en la torre del Badum incluye una partida para sufragar la participación de [Balaguer Dezcallar 2018, medición y presupuesto, 2]: “un técnico competente especialista en conservación del patrimonio (licenciado superior)” que realizara un: “Estudio histórico sobre la pieza Bien de Interés Cultural que servirá como base de la restauración”.

El erróneo resultado de la actuación en la torre del Badum es un ejemplo más de que un técnico, licenciado superior, salvo que haya realizado estudios históricos específicos, no tiene cualificación competente, salvo honrosas excepciones, para acometer el estudio histórico indicado.

El error cometido invalida criterios tan recurrentes en la memoria justificativa como restauración, puesta en valor, protección del patrimonio cultural, dinamización de la actividad turística alegado por la firmante del proyecto de restauración, que no dejan de ser palabras vacías que encubren la falta de un estudio histórico del bien sobre el que se quería actuar, indicando que el escaneo de la pieza facilitó una lectura “científica” que permitió recuperar las partes perdidas de una leyenda que nunca había tenido esa lápida, salvo en la imaginación de personas que no han entendido su contenido y menos aún su simbología [Balaguer Dezcallar 2018, 2-4].

Calificar de “científica” la identificación de una leyenda incomprensible y errónea para incorporarla a la epigrafía de dicha torre es un absurdo, pues el carácter científico de un proceso lógico no es el resultado del empleo de un escáner u otros medios técnicos de reconocida precisión para demostrar una teoría errónea cuya veracidad resulta imposible de acreditar, por mucha tecnología que se emplee para lograrlo.

El sentido común, sin tecnología añadida, permitió resolver el problema, pues el simple análisis de las letras que aún se podían leer en dicha lápida permitieron identificar la correcta lectura del texto bíblico, tal como publiqué un lustro antes de que se acometiera la sustitución de la lápida conservada en la torre del Badum por una falsa réplica, que la ha mutilado de su valor simbólico, trasladando el original a otro emplazamiento para su musealización [Gil Albarracín 2009-2010, 23, 30-31].

Según la memoria consultada, el trabajo realizado ha sido presupuestado en 24.926 euros [Balaguer Dezcallar 2018, 7]. A dicha cantidad, que ignoro si habrá sido incrementada al ejecutar el proyecto, se habrá de añadir el coste de la reposición del Psalmo hurtado, para evitar que perdure el empobrecimiento ocasionado a la torre frivolizando su réplica con la adopción de un texto incomprensible y de una epigrafía inadecuada.

Dicha actuación ha privado a la torre del Badum de la doble fuerza simbólica de la invocación religiosa y militar:

 

- Invocación de la protección religiosa, con el texto bíblico que figura en la base de la lápida de la torre del Badum y probablemente oculto en la de Aguadulce o del Gerro, sobre el que se sitúa el monte Calvario, con el crucifijo, eje de la lápida y símbolo de la religión propia en la conflictiva frontera de la Cristiandad y el Islam.

 

- Alegoría de la protección militar, derivada del emplazamiento de la lápida en una fortificación y la presencia en la misma de un águila bicéfala, emblema heráldico del emperador Carlos, con sus alas protectoras. 

Actuaciones contra el patrimonio cultural como la descrita respecto a la torre del Badum no son excepcionales, se pueden añadir muchos ejemplos [Gil Albarracín 2014, 621-660. Id. 2017 a, 13-17, 22- 31, 50-65. Id. 2017 b, 52-63. Gil Albarracín y Gozalbes Cravioto 2012, 983-1006].

Una situación tan absurda y dañina contra el patrimonio monumental como la descrita en la torre del Badum y otras es consecuencia de las legislaciones culturales imperantes en España, tanto a nivel nacional como autonómico, que incluyen en su articulado la obligatoriedad de que cualquier intervención en edificios declarados B.I.C. tenga que contar con la preceptiva memoria técnica firmada por titulado acreditado (arquitecto, ingeniero o título equiparable), que recibirá por su trabajo la remuneración correspondiente. Sorprendentemente, a pesar de tratarse casi siempre de bienes de carácter histórico, no se contempla la obligatoriedad de que se doten de un estudio, igualmente remunerado, redactado por historiador competente que evite decisiones disparatadas como la que ha provocado el empobrecimiento de la torre del Badum y el coste de la nueva actuación que restituya a la misma los valores que nunca se le debieron mutilar.



     28. Torre del Badum, al pie de la sierra de Irta sobre el mar Mediterráneo, al sur de Peñíscola. Colección A.G.A.

Ambas memorias la técnica y la histórica son complementarias e imprescindibles. La primera está contemplada por la legislación vigente y acerca de ella solo debo de afirmar que se debe de mantener. Sin embargo resulta imprescindible la inclusión en la citada legislación de la obligatoriedad de una memoria histórica, que se encargue a historiadores competentes que con el recurso a las ciencias instrumentales a su alcance, deben evitar que se produzcan errores, a menudo disparatados, que obliguen a costosas intervenciones correctoras o, peor aún, se perpetúen degradando el monumento dañado.

ABREVIATURAS

A.C.A.: Archivo de la Corona de Aragón.

A.G.M.M.: Archivo General Militar de Madrid.

A.G.S.: Archivo General de Simancas.

A.H.C.B.: Archivo Histórico de la ciudad de Barcelona.

A.H.N.: Archivo Histórico Nacional. Madrid.

B.I.C.: Bien de Interés Cultural.

C.A.: Consejo de Aragón.

C.G.D.: Catálogo General de Documentos.

G.M.: Gerra Moderna (Secretaría de Guerra).

U.N.E.S.C.O.: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (siglas en ingles).

BIBLIOGRAFÍA

AFFÒ, Ireneo. Vita di Vespasiano Gonzaga, duca di Sabbioneta, e Trajetto, marchese di Ostiano, conte de Rodigo, Fondi, et. Parma: Presso Filippo Carmignani, 1780.

ALMERICH, José Manuel. Paisajes fortificados. Torres, murallas y castillos en tierras valencianas. Alzira (Valencia): Edicions Bromera, 2011.

BALAGUER DEZCALLAR, María Josefa. La fortificación de Peñíscola, obra de Vespasiano Gonzaga y Bautista Antonelli. In Rodríguez-Navarro 2015, I, 3-10.

BALAGUER DEZCALLAR, María Josefa. Propuesta de restauración de instalación del escudo de la Torre Badum en el polvorín del Parque de Artillería de Peñíscola. 2018. https://contrataciondelestado.es/wps/wcm/connect/9f240cdf-a2e5-4b9a-9863-914205d2725d/DOC20180928134059anexo+393.pdf?

BALAGUER DEZCALLAR, María Josefa. La arquitectura de la fortaleza de Peñíscola. Una lectura a través de su historia material. Castellón de la Plana: Diputación de Castellón – Servicio de Publicaciones, 2019.

BOIRA MAIQUES, Josep Vicent. Las torres del litoral valenciano.Valencia: Conselleria d’Infraestructures i Transport, 2007.

CAVANILLES, Antonio Josef. Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia. Año 1795-1797. Edición facsímil. Estella (Navarra): Publicación del Seminario de Estudios Económicos y Sociales de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón, 1991.

DUCLOS BAUTISTA, Guillermo y Pedro CAMPOS. Larache, evolución urbana. Sevilla: Junta de Andalucía – Consejería de Obras Públicas y Transportes, 2001.

FEBRER IBÁNEZ, Juan José. Peñíscola, apuntes históricos. Castellón: Est. Tipográfica de J. Armengol, 1924. 438 p. Reedición facsimilar, 2010.

FORCADA MARTÍ, Vicente. Torres y Castillos de la Provincia de Castellón (Síntesis histórico-estructural). Castellón de la Plana: Sociedad Castellonense de Cultura, 1992.

FORCADA MARTÍ, Vicente. La obra castrense en defensa de la costa castellonense. Castellón de la Plana: Sociedad Castellonense de Cultura, 2007.

GIL ALBARRACÍN, Antonio. Fortificaciones para la defensa de la costa del reino de Valencia, Castillos de España. Publicación de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, 156-159. Madrid, 2009-2010, p. 22-50.

GIL ALBARRACÍN, Antonio. Almería. La plaza de armas: más de un milenio de fortificaciones. Almería-Barcelona: G.B.G. Editora, 2014.

GIL ALBARRACÍN, Antonio. El reino de Valencia en el siglo XIX. El proyecto de defensa del mariscal José Herrera García. Almería-Barcelona: G.B.G. Editora, 2015.

GIL ALBARRACÍN, Antonio. Monumentos y disparates. Diatribas patrimoniales. Almería-Barcelona: G.B.G. Editora, 2017 a.

GIL ALBARRACÍN, Antonio. Fuego, destrucción, sangre y dejadez. El bombardeo nazi de Almería y otras desgracias. Almería-Barcelona: G.B.G. Editora, 2017 b.

GIL ALBARRACÍN, Antonio. Vespasiano Gonzaga Colonna y las fortificaciones españolas del siglo XVI. Almería-Barcelona: G.B.G. Editora, 2018.

GIL ALBARRACÍN, Antonio. Los Antonelli. Ingenieros al servicio de España en tres continentes. Almería-Barcelona: G.B.G. Editora, 2019. 2 tomos.

GIL ALBARRACÍN, Antonio. Imago Mundi. Arte, navegación y salud. Almería: Ayuntamiento de Almería – Fundación Ibáñez Cosentino, 2020.

GIL ALBARRACÍN, Antonio. Visita a los puertos españoles de los siglos XVIII y XIX. Almería-Barcelona: G.B.G. Editora, 2021.

GIL ALBARRACÍN, Antonio y Carlos GOZALBES CRAVIOTO. Restaurar con pólvora de rey en Andalucía. Actas IV Congreso de Castellología. Asociación Española de Amigos de los Castillos. Madrid 7 a 10 de Marzo de 2012. Coordinación: Amador Ruibal, http://www.castillosdeespana.es/sites/castillosdeespana.es/files/pdf/comun42.pdf, p. 983-1006.

GINER SOSPEDRA, Vicente. Materiales para el estudio de antigüedades de Benicarló, Peñíscola y Alcalá de Xivert. Benicarló (Castellón de la Plana): Centro de Estudios del Maestrazgo, 1996.

HERNÁNDEZ RUANO, Javier. Peñíscola inexpugnable. La fortaleza y el Mediterráneo desde Carlos V a Alfonso XIII. Vinaròs (Castelló): 4Colors, 2014.

LÓPEZ-PELÁEZ CASELLAS, Jesús. Las fortalezas de Dios. Un recorrido por los castillos templarios de los antiguos reinos de España. Madrid: Espasa, 2018.

LLAGUNO Y AMÍROLA, Eugenio: Noticia de los arquitectos y arquitectura de España desde su restauración. Ilustradas y acrecentadas con notas, adiciones y documentos por Don Juan Agustín Ceán Bermúdez. Madrid, 1829, 4 tomos.

MASOLIVER MASOLIVER, Alejandro. Historia del monacato cristiano. Madrid: Ediciones Encuentro, S. A., 1999, 3 vols.

MATEU IBARS, Josefina. Los virreyes de Valencia. Fuentes para su estudio. Valencia: Excelentísimo Ayuntamiento de Valencia, 1963.

MONREAL CASAMAYOR, Manuel. De Sermone heráldico II: el águila. Emblemata. Revista Aragonesa de emblemática, 12. Zaragoza: Diputación de Zaragoza – Institución “Fernando el Católico”, 2006., p. 289-329.

PARDO MOLERO, Juan Francisco. La defensa del imperio. Carlos V, Valencia y el Mediterráneo. Madrid: Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2001.

P.M.V.G. (POLO MUSEALE VESPASIANO GONZAGA) SABBIONETA. Vespasiano i Gonzaga Colonna. Un personaggio, 2017. https://www.museisabbioneta.it/images/Download/Vespasiano_Gonzaga.pdf.

RODRÍGUEZ-NAVARRO, Pablo (Editor). Defensive Architecture of the Mediterranean XV to XVIII centuries. Valencia: Editorial Universitat Politècnica de València, 2015, 2 vols.

SÁNCHEZ JIMÉNEZ, Máximo (director coordinador): Castillos, torres y fortalezas de la Comunidad Valenciana. Valencia: Prensa Valenciana, D. L., 1995.

SARTOR, Mario. Omaggio agli Antonelli. Considerazioni intorno a tres generazioni di architetti militari italiani attivi nl Mediterraneo e in America/ Juan Bautista Antonelli y la definición profesional del ingeniero en el Renacimiento español. In Omaggio agli Antonelli 2004, p. 23-68.

SARTORI, Giovanni; LUZZARA, Marcella y Alberto SARZI MADIDINI. Sabbioneta e il suo territorio. Sabbioneta (Mantova): Associazione Pro Loco Sabbioneta, 2012.

SARZI AMADÉ, Luca. Il duca di Sabioneta. Guerre e amori di un europeo errante. Milano-Udine: Mimesis Edizioni, 2013.

SIMÓ CASTILLO, Juan B. El castillo templario de Peñíscola, Castillos de España. Publicación de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, 156-159. Madrid, 2009-2010, p. 171-174.

VICIANA, Rafael Martín de. Libro tercero de la crónica de la ínclita y coronada ciudad de Valencia, compilado por Martín de Viciana, natural de la villa de Buriana del mismo reino. Valencia: Casa de Joan Navarro, 1564. Valencia: Universitat de València – Fonts històriques valencianes, 2002. Edició a cura de Joan Iborra.

VIGANÒ, Marino. Poder, técnica italiana: el virrey Vespasiano Gonzaga y los ingenieros militares Giovan Giacomo, Giorgio y Francesco Paleari Frantino da Morcote en la ciudadela de Pamplona (1571-1637). In Muraria. Navarra: Gobierno de Navarra – Departamento de Cultura y Turismo – Institución Príncipe de Viana, 2005, p. 207-224.


2 comentarios:

  1. Conocía Peñiscola y sabía que era un pueblo considerado como uno de los mas bonitos de España, e igualmente he tenido ocasión de visitar su castillo , en el que se rodaron varias películas entre ellas creo que la mas importante la del CID.
    Pero el profesor Gil Albarracín, nos ha dado una serie de datos históricos y nos ha explicado con todo detalle toda la historia de la " fortificación de Peñiscola" y de la " Torre de Badum" y unas estupendas fotografías de las murallas y del interior del castillo .
    La fotografía del escudo heráldico del monarca Felipe V, es impresionante y me ha encantado.
    Hace bastantes años que tengo la suerte de conocer al Señor Gil Albarracín , a través de la Casa de Almería en Barcelona y he asistido a muchas de sus conferencias.
    Tengo también algunos de sus libros publicados, relacionados con la provincia de Almería , con su dedicatoria incluída y los que conservo con satisfacción.
    Siendo yo Presidente de la Asociación, tuvimos la suerte de escuchar algunas de sus conferencias , en una de nuestras comidas mensuales " día del socio"
    El señor Gil, tiene una deuda conmigo ( encontrar alguna referencia al apellido CARRICONDO), espero que alguna vez lo consiga.
    Muchas gracias por su publicación y muchas gracias también a nuestro amigo Luciano , por adaptarla a nuestro blog.
    ..

    ResponderEliminar