sábado, 18 de mayo de 2019

Extremadura en todos los sentidos. Las Hurdes.


Mucho se ha escrito sobre la mágica comarca hurdana, sobre sus mitos y leyendas negras, sobre su aislamiento secular, sobre sus evidentes encantos naturales,. Mucho,...pero poco de toda esa literatura tiene hoy vigencia a excepción de su principal activo: su bravía naturaleza, su belleza casi salvaje derivada de su intrincada topografía.

Por eso, y porque a Las Hurdes se la rescribe todos los días le invitamos desde esta página a iniciar su particular recorrido sin prejuicios ni consignas y a estrenar las primeras líneas de su intransferible cuaderno de viaje en el que puede recoger su experiencia directa. La distribución de sus pueblos y alquerías diseña un recorrido  circular apropiado para disfrutar de un intenso fin de semana. Las carreteras son, en general, excelentes y los servicios turísticos cada vez mejores y desde luego más que suficiente para garantizar el éxito de la excursión.
Se recomienda ir equipado con calzado cómodo porque hasta el más perezoso de los viajeros no podrá evitar la tentación de desprenderse de su vehículo y trochar monte arriba o descubrir los más recónditos rincones de esta comarca a los que sólo puede llegarse a pie. No está de más echar a la indispensable mochila una botella extra de agua para aliviar la sed que a buen seguro le asaltará tras la caminata.
La puerta de entrada a este paraíso para los sentidos es la antigua carretera comarcal 512 (hoy la Ex-2040) que procedente de Coria le llevará en línea recta hasta Pinofranqueado, el primero de los municipios importantes de la comarca. Aquí se encuentra el Centro de Documentación de Las Hurdes, primera visita sugerida que le facilitará una amplia visión panorámica de la zona. Desde aquí arranca la carretera hasta las alquerías de Ovejuela y Sauceda, siguiendo el cauce del río de los Ángeles y también la que le llevará hasta Aldehuela pasando por Avellanar, Horcajo y Castillo, que discurre paralela al río Esperabán.

Cerrado este triángulo que le devolverá al punto de partida Pînofranqueado continua la cita C-512 en dirección a Caminomorisco y a sus alquerías diseminadas a ambos lados de la carretera y perfectamente señalizadas.
Vegas de Coria actúa como el eje central de Las Hurdes. Desde aquí se sugiere llegar en primer término hasta Nuñomoral, núcleo urbano del que dependen 11 alquerías, algunas como Horcajada, La Batuequilla, Martilandrán o El Gasco, verdaderos museos vivos en los que se concentran importantes muestras de la vida, la artesanía y la arquitectura tradicional.
Y desde Nuñomoral hasta Casares de Hurdes. La carretera inicia un atractivo ascenso que le llevará hasta el mirador en el Pico Bodoya, auténtico balcón de la comarca desde el que se contemplan inmejorables vistas de la Sierra de Francia y de la de Las Carrascas. Pero lo más curioso de este mirador es que si se coloca a la derecha estará contemplando todo el término municipal de Casares y si se sitúa a la izquierda disfrutará de una inmensa panorámica del de Ladrillar, el pueblo situado más al norte de Extremadura, con Riomalo de Arriba que paradójicamente surge del fondo del valle, en primer término.

Continúa la carretera cerrando el círculo hasta Las Mestas. De esta pequeña alquería se puede llegar hasta el convento de Las Batuercas, ya en la provincia de Salamanca, o seguir hasta Riomalo de Abajo, en la misma frontera con tierras castellano-leonesas donde se pueden ver los famosos meandros del río Alagón.

A lo largo del camino encontrará oportunidades para degustar su gastronomía tradicional que gira en torno al cabrito, de excelente calidad, preparado a la brasa o al ajillo. Pequeños y traviesos rebaños de cabras desafiantes de las más elementales leyes de la gravedad le sorprenderán suspendidos entre picachos y riscos.



Otro plato típico es la ensalada de limones al que se puede calificar de rotunda sorpresa sólo apta para los verdaderos amantes de las curiosidades. Y, por supuesto, no hay que olvidar la abundancia, variedad y calidad de su miel y del energético polen


Por último, recordar a los artesanos hurdanos que aún trabajan en sus ratos libres el bálago para fabricar sombreros de paja, el brezo o la piedra volcánica para elaborar rústicas pipas, el barro, etc. 

Ruta 1
Pino Franqueado
Recuerda su nombre el momento en el que esta localidad obtuvo su autonomía de Granadilla a principios del siglo XIX y se convirtió en Lo Franqueado. El prefijo pino que se antepuso posteriormente alude a la cantidad de estos árboles autóctonos que ocupaban la zona y que hoy han desaparecido prácticamente sustituidos por ejemplares de reforestación.
El edificio más notable es su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encina que alberga un retablo dieciochesco de buena factura. Llama la atención la ermita del cementerio también del siglo XVIII.













Del municipio de Pinofranqueado dependen diez alquerías: Mesegal, en dirección a Caminomorisco, Muela, El Robledo, Castillo, Avellanar, Horcajo, Las Erías y Aldehuela, que se encuentran diseminadas siguiendo el curso del río Esperabán, Sauceda y Ovejuela, en este caso próximas al cauce del río de Los Ángeles.

En Castillo se pueden disfrutar las mejores muestras de la arquitectura tradicional hurdana. En el llamado paraje de la Zambrana se encuentran interesantes grabados rupestres o petroglifos de la Edad de Bronce.
En las proximidades de Ovejuela se encuentran las ruinas del convento de Los Ángeles, símbolo espiritual de Las Hurdes. Este antiguo convento franciscano fue erigido por expreso deseo del propio fundador de la Orden, San Francisco de asís, quien camino de Portugal quedó impresionado por la belleza de este paraje y manifestó su deseo de contar con un establecimiento en la zona. En este convento vivió el mismísimo San Pedro de Alcántara. Una vez aquí no dejar de visitar el Chorro de los Ángeles, impresionante cascada conocida también con el nombre de El Chorritero, en la que nace el río del mismo nombre. Se llega a través de una pista forestal que sale a la izquierda del camino antes de llegar a la alquería.
Claro que sin ir tan lejos se puede disfrutar del espectáculo  de otro chorro en el mismo pueblo de Ovejuela.
A la alquería de Sauceda se puede ir a pie siguiendo el curso del río de Los Ángeles, salpicado de pequeños huertos.
Una de las mejores piscinas naturales de la zona se encuentra en el río Esperabán, en el cruce de Avellanar. Siguiendo esta ruta se llega hasta las Erías, una de las alquerías hurdanas más hermosas, y Aldehuela, la última 




alquería de este valle, en la que para aparcar o maniobrar ha de llegar hasta el volvedero, pequeña placita y único espacio en el que se puede dar la vuelta en coche.




















Caminomorisco
Se cuenta que el nombre de esta localidad, la más grande de la comarca, es deudor de su condición de lugar de paso de los moriscos deportados procedentes de Las Alpujarras granadinas camino de Las Batuecas salmantinas, lugar de su confinamiento tras la Reconquista.





De sus remotos orígenes se conservan valiosas muestras como un ídolo de la Edad del Bronce que se guarda en la moderna Casa de la Cultura.

Tomando Caminomorisco como base logística se pueden iniciar numerosas excursiones y visitas que tiene a la abrupta pero mágica naturaleza hurdana como protagonista y a cualquiera de sus siete alquerías, Aceña, Dehesilla, La Huerta, Cambrón, Cambroncino, Riomalo de Abajo y Arrolobos como estupenda excusa.

Aceña, en dirección a Casar de Palomero, es un lugar idóneo para el baño, la pesca y la acampada libre en los márgenes del río Alavea.

En dirección a Cambroncino, a la izquierda, se encuentran las alquerías de la Dehesilla, La Huerta y Cambrón. Pasada esta última se encuentra el mirador de la portilla de Orégano. También desde Cambrón se puede llegar hasta el mirador de Alavea desde el que se difruta de unas panorámicas espectaculares.
En Cambroncino, al pie de la carretera, destaca la iglesia de Santa Catalina, llamada popularmente de Las Lástimas, construcción de pizarra y ladrillo que constituye uno de los principales monumentos de la comarca.


Las dos alquerías restantes adscritas a Caminomorisco, Arrolobos y Riomalo de Abajo, ofrecen también innumerables posibilidades al visitante amante de la naturaleza.




Desde Arrolobos se pueden iniciar excursiones fluviales desde la desembocadura del río Hurdano hasta el pantano de Gabriel y Galán. 

Riomalo de Abajo, en la misma desembocadura del río Ladrillar en el Alagón, es ideal para la acampada y para disfrutar de una de las imágenes imprescindibles de Las Hurdes, los meandros del río Alagón, área apta para el descanso, la merienda y también para la acampada, especialmente en el lugar conocido como La Antigua.

Nuñomoral
Nuñomoral es el corazón de Las Hurdes. Situado entre altas montañas y al pie del río Hurdano comprende las alquerías de Asegur, El Cerezal, Aceitunilla, Rubiaco, Horcajada, La Batuequilla, Vegas de Coria, Martilandrián, Fragosa y el Gasco.



La puerta del término es Vegas de Coria. Siguiendo el curso del río Hurdano se encuentra a la izquierda La Batuequilla, rodeada de una impresionante vegetación y a la derecha Rubiaco y un poco más adelante Horcajada, otro de los conjuntos tradicionales mejor conservados de la comarca.

Justo antes de llegar a Nuñomoral se encuentra  la carretera que llega y muere en La Aceitunilla, en la sierra del Cordón. Una vez en Nuñomoral se recomienda seguir la ruta del río Malvellido para visitar algunas de sus más interesantes y mejor conservada alquerías como Martilandrán, Fragosa y El Gasco. El resto se pueden visitar camino de Ladrillar.



La primera de las Alquerías de este itinerario es El Cerezal, en la confluencia de los ríos Hurdano y Malvellido. Aquí Está el llamado Valle de los Tejos, toda una explosión de vegetación y gigantescas madroñeras y viejo ejemplares de tejo, que trepa hasta la vecina sierra de la Jineta..
Martillandrán, Fragosa y por último El Gasco son tres museos vivos de gran valor etnográfico. Otra de las imágenes que quedarán grabadas en la retina del viajero para siempre podrá registrarla sólo si llega hasta El Gasco y se anima a pasear siguiendo el curso del arroyo de la Meancera, internándose en el desfiladero que le llevará hasta el famoso chorro de la Meancera, cascada que se precipita desde 70 metros y surge de la peña viva del llamado Pico del Volcán. El camino es fácilmente identificable porque cada 100 metros encontrará pintado en la piedra las indicaciones necesarias.


Además, cualquier paisano de los que se sientan en torno a la fuente le explicará encantado como llegar. De la piedra porosa de este Pico o Picu como es conocido en la zona se fabrican curiosas pipas con boquilla de madera de nogal. También encontrará en El Gasco las tradicionales cachimbas de brezo.
Para conocer la última de las Alquerías de Nuñomoral hay que tomar la carretera que acompaña al río Hurdano hasta Casares de las Hurdes. Se trata de Asegur, interesante conjunto, también, de la arquitectura tradicional.


Casares de las Hurdes
Rodeado de bancales de olivos ganados a base de tesón y esfuerzo a las laderas de la sierra de Las Carrascas aparece Casares de la Hurdes. 

Desde aquí se contemplan en los días transparentes excelentes vistas panorámicas de toda la comarca. También se pueden planear excursiones montañeras a los Picos del Rayado y Pico Badoya y al nacimiento del río Hurdano, en el límite con la vecina provincia de Salamanca
Las Alquerías de Casares de las Hurdes son La Heras, la más próxima al municipio, Casarrubia y Huetre, otro de los magníficos conjuntos de la arquitectura tradicional, Carabusino y Robledo.

















En dirección a Ladrillar, ya en el límite de la provincia de Salamanca y en el punto más elevado de la sierra se encuentra un mirador que es un verdadero balcón de Las Hurdes. Para llegar hasta él hay que  desviarse unos 50 m. por una pista forestal que surge a la izquierda de la carretera una vez coronado el ascenso. Este mirador levantado conjuntamente por los ayuntamientos de Casares y Ladrillar tiene la particularidad de que en función de su posición en el mismo puede disfrutar de distintas vistas de la comarca.


Ladrillar

Ladrillar es el pueblo septentrional de la región. Incluye las alquerías de Riomalo de Arriba, Cabezo y Las Mestas, todas ellas a la vera del río Ladrillar. Todo el término es ideal para el excursionismo y la acampada. Además hay varios refugios del ICONA, responsable de la plantación masiva de pinos foráneos, en los que guarecerse.

En la proximidades de Ladrillar está  la mina del tío Leoncio, gruta excavada por el hombre en busca de oro.Cuenta la leyenda, una de las muchas que abundan en la zona, que Las Hurdes también disfrutó de su particular Eldorado.

Las Mestas 
Es famosa por la abundancia y calidad de su miel u polen. Uno de sus vecinos comercializó hace unos años con gran éxito una bebida  de presuntas propiedades afrodisíacas de nombre Ciripolen. También aquí se puede visitar la factoría de Alfonso XIII, centro asistencial que se construyó tras la visita del monarca a la zona, y que hoy conserva una maqueta a escala de la comarca. Lamentablemente está muy abandonado. 

A unos 5 kilómetros de Las Mestas, ya en la provincia de Salamanca, aparece ante los ojos maravillados del viajero el convento de Las Batuecas, monasterio carmelita enclavado en un paraje inolvidable.

Piedemonte de Santa Bárbara
Rodeada de bellas comarcas naturales de fuerte poder de convocatoria y atracción como son la Sierra de Gata, Las Hurdes o el Ambroz, esta zona de paso merece, en cambio, ocupar un lugar en la agenda del viajero amante de la suave placidez que provoca su ondulado paisaje de infinitos olivares que se deslizan al pie de la Sierra de Santa Bárbara. Y es que hay momentos en los que la vista parece que nunca alcanzará a adivinar el horizonte de este mar de tierras pardas adornadas de verdes plateados. Además el aire se impregna de aromas a almazara que evocan todas las bondades de su aceite de oliva, de su abundancia y de la calidad de sus aderezos de aceituna.

En torno a esta pródiga sierra de escasa elevación se dan cita en sus localidades linderas todos los colores y sabores de la Sierra de Gata y Las Hurdes como La Pesga, Casar de Palomero y Marchagaz, un pletórico bosque mediterráneo en las inmediaciones del pantano de Gabriel y Galán, y las tierras de pastos al sur, en las que los rebaños de ovejas pastan tranquilos.

Aceituna
Como sucede con otras localidades extremeñas, naturaleza y toponimia se dan la mano, y en este caso con razón, ya que el olivar es su cultivo predominante y está destinado en su mayoría a la recolección  de aceituna de mesa. En esta villa abunda el agua, incluso algunas charcas del lugar se dedican a la producción truchera, y los buenos pastos salpicados de ovejas.
Lo más destacado de la localidad es la iglesia parroquial de Santa María con su monumental cabecera fabricada con sillería y rematada con un ábside semicilíndrico, rodeada de los sempiternos olivos.






Pozuelo de Zarzón
Situado en una hondonada cercada de olivos, encinas y alcornocales, cuenta con un interesante bosque de robles en su término.
Son interesantes su iglesia de aires renacentistas y dos ermitas barrocas, la del Cristo, en la carretera de Coria y la de la Virgen de la Encina, en la carretera de Santa Cruz de Paniagua.

Santa Cruz de Paniagua
Localizada  en las proximidades de la Sierra de Gata y Las Hurdes, es una zona de transición entre la penillanura y la montaña. En conjunto destacan las construcciones de carácter religioso como la iglesia de Santa María Magdalena, construcción típicamente rural levantada en el siglo XVIII y reformada en el siglo XIX . En la plaza se encuentra la iglesia del Salvador. En el parque del Cristo se ubica la ermita del mimo nombre, adornada en su exterior por dos gárgolas angulares que han sobrevivido al paso del tiempo desde su construccion en el siglo XVI. De este mismo periodo es la ermita de Dios Padre.

Palomero
Localidad serrana rodeada de olivos, el edificio más destacado es su iglesias parroquial dedicada a San Miguel. En su interior destaca el retablo mayor, obra del siglo XVIII, que acoge un crucificado y una talla popular del santo.

Marchagaz 
En medio de un terreno muy accidentado común a toda la zona aparece esta pequeña localidad dedicada al monocultivo de la aceituna. Llama la atención cómo se ha ganado terreno de cultivo a las laderas de la sierra de Santa Bárbara para la explotación del olivar.


Casar de Palomero 
Pueblo de bella arquitectura en el que se dan cita el adobe, la madera y la serrana pizarra, rodeado de un atractivo paisaje determinado por las sierras de Santa Bárbara y Castillejos y flanqueada por el río de los Ángeles.
Presenta un importante conjunto arquitectónico compuesto por las iglesias parroquiales del Espíritu Santo y de la Inmaculada, las ermitas del Cordero y de la Santa Cruz y el santuario de la Santa Cruz, declarado monumento histórico-artístico.






La Pesga
Situado entre dos pequeñas colinas en la falda de la sierra Vaqueriza, está rodeado de bancales ganados a la sierra para el cultivo del olivar.No olvide probar o adquirir miel y polen.

Mohedas
Situado en una honda llanura rodeada de montañas, se dedica principalmente, y al igual que el resto de la localidades vecinas, a la explotación de olivar.
Patria del escritor místico Fray Juan de San Francisco Mohedas, continuador de la obra reformista de la orden Franciscana iniciada por su célebre paisano San Pedro de Alcántara.

Cerezo
Entre la sierra de Santa Bárbara y la depresión del río Alagón, esta pequeña localidad es famosa por sus aderezos de aceituna. 
Su iglesias parroquial de San Juan Bautista cuenta con tres imágenes de la Virgen con el Niño de gran devoción popular; la Virgen de la Guía, Nuestra Señora y la Virgen del Teso. Destaca también, su pila bautismal, hoy en desuso.


















1 comentario:

  1. Extraordinario reportaje Luciano de la comarca de " Las Hurdes" y es que hay que descubrirse para hablar de Extremadura, esa región tan desconocida de la geografía española y que personalmente recomiendo visitar, con la seguridad que quedarán encantados cuando puedan contemplar los magníficos paisajes verdes, agua abundante y pintorescos pueblos y hablar con sus gentes y probar su variada gastronomía.
    Personalmente ésta comarca de Las Hurdes no la conozco y me gustaría hacerlo próximamente.
    Parece mentira que gente tan avispada que había en aquel Pueblo y en aquella época ( atreverse delante de la Guardia Civil ) quitarle la cartera al mismísimo Rey .

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